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sábado, 2 de marzo de 2019


MEMORABILIA VI:

KID A, UN CAMBIO EN EL PARADIGMA


El primer quinquenio del 2000 estuvo marcado por el resurgimiento, desarrollo y auge de los sonidos electrónicos en nuevas y  diferentes vertientes. Si bien el movimiento de la música alternativa de la década del noventa había allanado el camino para la experimentación y los movimientos de la electrónica como el Techno y el House de la década de los setenta y ochenta habían marcado una forma de hacer música, lo ocurrido durante el final de los noventa y el comienzo del 2000 con la música electrónica fue algo inesperado comparado con tendencias musicales dominantes en términos de ventas y exposición en medios de ese entonces como el new metal, el pop, o el neo punk . El público y por ende, el mercado comercial se abrieron hacia lo que hasta entonces estaba enclaustrado dentro del terreno del underground. Este cambio en la forma de concebir, crear, difundir y consumir la música tuvo una de sus más ilustres cúspides con Radiohead, quienes en octubre de 2000 publicaron Kid A, un álbum inusual para una banda de rock alternativo y extraño para lo que estaba de moda en la escena electrónica de entonces.

portada de Kid A publicado en octubre de 2000

Kid A no fue el primero ni el único disco de música electrónica hecho durante la década de los noventa y anteriores[1]. Antes y durante su publicación la lista de músicos y proyectos de música electrónica era variada en géneros y nombres. Para citar varios ejemplos de esa década podemos mencionar a Daft Punk, Modjo, Moby, Dirty Vegas, Stardust, Moloko, Air, The Chemical Brothers, Pet Shop Boys, Fatboy Slim, Underworld[2] entre muchas otras propuestas electrónicas relacionadas con tendencias como el Pop Dance, el Frechhouse, Chillout, o el Synth pop. Estos proyectos tenían una relevancia cada vez más visible en los listados y las radios a nivel mundial, porque hay que recalcar que lo que se escuchaba casi al unísono en las radios comerciales del mundo eran estas versiones de la música electrónica.

La exposición en los medios y las favorables ventas de álbumes que trajo consigo este impacto en el consumo a gran escala de música permitieron que surgieran nuevos sonidos y además, que el mismo género superara la figura estereotipada del  Dj que hacía simplemente scratching[3] en las bandas de new metal (como Limp Bizkit)[4] o beats pegajosos en las canciones de rap. Es importante mencionar que si bien la música electrónica era más visible, los géneros que hacían parte de esta exposición estaban relacionados con  el pop y el house pero no eran los únicos que emergían dentro de la escena. El número de músicos conocidos especialmente del mundo del rock que estaban experimentando con consolas fue en aumento y los álbumes que surgieron de este espontáneo encuentro ampliaron el panorama y redefinieron “lo electrónico”[5].

Para comienzos del 2000 había un sonido más o menos en proceso de estandarizarse por parte de las disqueras y por ende de las radios comerciales. La música electrónica era un producto comercial volátil y con adeptos cada vez más deseosos de consumir más, desde el sonido repetitivo y limitado del Trance que amenizaba las fiestas de los barrios subnormales hasta los estadios abarrotados con el DJ semanal de moda. Como sabemos, la intención de estandarizar un sonido o un movimiento musical lleva casi inmediatamente a este a estancarse y luego a entrar en decadencia. Pero en este caso, con lo que nadie contaba era con  un sector de artistas y músicos que llevarían la música electrónica a un nuevo nivel de experimentación y alterarían radicalmente la dinámica estandarizada de lo predecible. Justamente en este lote de artistas estaba Radiohead, quienes estaban planeando su primer “manifiesto sonoro”, frente a la industria musical, los críticos, los rankings y por supuesto frente a su numeroso y reciente público de álbumes anteriores. 

el desconcierto de la critica frente a Kid A era evidente
El 2 de octubre de 2000, el lanzamiento de un álbum de música electrónica que era esencialmente una obra experimental para el público en todos sus aspectos sonoros por parte de una de las bandas de rock alternativo más importantes del mundo tuvo un impacto metamórfico que fue de un prolongado desconcierto a la aclamación tardía en la mayoría de la crítica. Kid A entendido como un álbum electrónico no sonaba a nada de lo que se consideraba como electrónico por el estándar comercial de entonces, su sonido y estética eran subversivos para el statu- quo de los medios, las disqueras y el público.

En los dos primeros cortes del álbum: Everything in Its the Right Place y Kid A  la voz de Yorke se muestra distorsionada a la par de unos tonos corales que transmiten un ambiente melancólico que se articula muy bien con la melodía de los sintetizadores.

En The National Anthem, un bajo trepidante conecta con un saxo tenor y armonizan con la distorsionada voz de Thom Yorke, escucharlo te hacía pensar en ¿cómo era posible que una canción pase del Acid Rock al Free Jazz de una manera tan intensa y a la vez tan natural?  

En In Limbo y  How To Desappear Completely  la mescolanza entre el sonido acústico y los efectos electrónicos dan como resultado dos piezas que transitan entre lo tradicional del rock y el vanguardismo de la electrónica.

Kid A en vivo (2000).
Optimistic es una canción muy marcada por el clásico rock progresivo, la interacción entre elementos acústicos y los sintetizadores es muy atractiva y además, el único sencillo que sonaría de manera más o menos constante en las radios comerciales del mundo occidental.

Idioteque es una majestuosa canción donde hay sonidos más familiares respecto al canon de lo electrónico, unido esto, la angustiosa letra que ante la llegada de una catástrofe natural atenuada por una ingenua frase “take the money and run imponen un ritmo frenético y al mismo tiempo tranquilo, es como ver un desastre con la tranquilidad de lo inevitable. Las voces de Yorke se compaginan armónicamente y oírla en sus cambios melódicos invita a no dejar de moverse. Morning Bell está articulada a partir de un magistral solo de batería que hace las veces de beat durante los 4:36 minutos, en uno de los cambios rítmicos de la canción Yorke susurra: “cut the kids to half” como impronta de una separación amistosa y civilizada; ambas canciones contaron con videos hechos en 3D.  

Treefingers y MotionPicture Soundtrack hacen las veces de entremeses entre los demás temas y son el telón musical de la obra, son dos versiones de música ambient, (especialmente la primera) con elementos vocales muy interesantes, en el caso de la segunda. Cuando suena Motion Picture Soundtrack  los efectos de arpa allí infieren el sutil despertar de un viaje sonoro.

"modified bear" la imagen de la banda en Kid A
Unido a lo anterior, la estrategia que uso la banda para promocionarlo en medios fue innovadora y cautivante. A través de clips[6] animados que rodaron por toda la tv inglesa y el mundo, aparecía un extraño logo que marcaba implícitamente el nuevo rumbo musical y artístico de una banda que hasta ese entonces era una marca registrada del rock alternativo.  

En el pasado, bandas como Kraftwerk con álbumes como The Man Machine (1978) y Computer World (1981) mostraron que la esencia y el avance de la música electrónica estaban concentrados en su continua experimentación, y lo que inicialmente se había visto como una amenaza o simplemente una moda se convirtió rápidamente en un nuevo espacio de creación y experimentación para los artistas, situación que iba un poco en contravía con el paradigma impuesto en los sencillos más famosos de finales de los noventa. Este momento de la música electrónica en el mercado comercial occidental visto desde nuestro presente muestra un nuevo panorama y por ende, una interesante e inusual transición en términos musicales y artísticos respecto a la música que se hacía a gran escala y los movimientos musicales que tuvieron lugar en la última década del siglo XX.


KID A Y EL CONTEXTO LOCAL

imagen del iconico video de paranoid android

El panorama musical de la radio comercial en Colombia a finales de los años noventa y comienzos del 2000 era unidimensional y unidireccional. Si bien la “época dorada” o “edad pre-moderna” (como se quiera) en que la radio musical se mantenía subsidiada por los encargos de las personas que viajaban a Estados Unidos y Europa había pasado, el control de los contenidos de las radios comerciales del Fm  estaba en manos y los bolsillos de las disqueras, (hecho que no ha cambiado radicalmente desde entonces), no obstante esta regla  tenía una excepción, representada en Mucha Música de City tv y en  99.1[7] (hoy Radiónica). Estos fueron los dos espacios de expansión sonora con carácter democrático entre 1999 y 2004 en el caso de la primera y desde los noventas al presente en el caso de la segunda.

 "bocanada" de Gustavo Cerati
En este contexto, cuando pienso en OK Computer (1997) no puedo dejar en el olvido los maravillosos cuadernos que me mostraban mis amigos de entonces que estaban llenos de dibujos, significados, interpretaciones y letras del álbum escritas y traducidas por ellos mismos, sin duda este fue el salvavidas para la generación Y, después de la muerte formal del grunge en 1995.  En ese momento, el avance de la internet era lento literalmente hablando. Además, la sobre-explotación comercial de la depresión adolescente era la mayor y casi única inspiración de gran parte de la  música comercial de la última década y Creep y Paranoid Android habían contribuido involuntariamente a alimentar esa tendencia. No obstante, había artistas que se resistieron al canon y publicaron obras increíbles para ese tiempo, artistas de esta parte del mundo que no fueron inmunes a este cambio galopante y silencioso en la forma de crear y mezclar la electrónica. Dentro de dicho cambio debemos mencionar a Gustavo Cerati y su álbum Bocanada (1999) que marcó un importante precedente dentro de la música que sonaba y se hacían acá; como en otros casos la crítica especializada fue en su momento insensible a este cambio y solo con el pasar de los años se entendió y valoró positivamente la importancia de un álbum desarrollado a partir del uso del sampler[8].

Con la aparición de Kid A (2000) la presión de la crítica especializada y el público por una segunda parte de Ok Computer (1997) se desmoronó cuando este empezó a sonar en la radio y en vivo. La voz de Thom Yorke había mutado y  verles en vivo era una locura, allí había una banda a la que lo único que le importaba era explorar consolas en términos de su sonido y de manera intencional ocultaban sus rostros al público, recuerdo al guitarrista Johnny Greenwood arrodillado frente a un sampler haciendo música de la manera más natural, personal, sincrética e intensa como el resto de la banda; ver dicho performance fue una de las cosas más innovadoras que he presenciado en mi vida y Mucha Música de City Tv con la continua transmisión del concierto hecho en Canadá además de los novedosos y extraños videos (denominados Blips) de Idioteque y Morning Bell contribuyó significativamente en esta visión.  

imagen de "modified bear" en el video de Idioteque
El único sencillo que sonó en nuestro país fue Optimistic y esto se debió a que la banda pertenecía a un sello discográfico fuerte como EMI Music que “movió las cosas” para que emisoras súbditas como Radioacktiva la programaran. Sin duda, Radiohead rompió el paradigma reinante de que los géneros eran incompatibles a la hora de hacer música e impuso su visión de lo electrónico. El impacto de este acto artístico no se quedó allí pues la fuerza de este movimiento era amplia, ecléctica y diversa, y escuchar además a una banda famosa entrar sin complejo alguno en esta dinámica sin ningún otro interés que hacer música era motivante para otros músicos que ya venían trabajando en ello.  

Si bien la estandarización y homogenización de la música ha sido una constante dentro de la industria musical occidental, y el paso de una tendencia a otra dentro de este proceso ha permitido etapas de transición que han hecho más dinámico, contradictorio dicho proceso. De manera intencional o no Radiohead dinamizó y abrió el panorama conceptual de la creación musical a partir de  Kid A.  Desde las reuniones y fiestas Snobs de New York y luego en la radio, este tipo de electrónica ya tenía un punto de partida y referencia para años posteriores.

 "never, never land" de UNKLE
En Colombia, un sector de la radio comercial entendió la nueva dinámica e intento unirse a ella[9] programando música de bandas como U.N.K.L.E con sencillos como Eye For An Eye y Reign de un magnifico álbum llamado Never, Never Land[10] (2003) , Nine Inch Nails con el álbum With Teeth (2005), con grandes sencillos como The Hand That Feeds y Only o Sigur Rós con Untitle (2002) ,entre muchos otras. Así pues se dejaba en claro que la transición era un hecho.

Si bien en términos de ventas el pedestal de Ok Computer (1997) se mantuvo intacto, Kid A es un álbum imperecedero y fue un punto de inflexión en la carrera de la banda y de un sector importante de la música. La estela de mediana duración resultado de la sesiones de grabación de Kid A (1999-2000) se verían reflejadas en álbumes posteriores de Radiohead como Amnesiac (2001), In Rainbows (2007) y  en el primer álbum en solitario de Thom Yorke The Eraser (2006).

En retrospectiva, puedo decir que entre 2000 y 2005 hubo un momento memorable y valioso de exploración musical e impacto comercial que hizo que los sonidos e innovaciones en términos sonoros hicieran tránsito entre los géneros de la música y la forma en que muchos asumíamos y pensábamos la música fuese alterada y transgredida positivamente, prueba de ello ocurre cuando Kid A suena.








[1] Es importante mencionar que la génesis de la música electrónica está formada por el gran avance que representó el trabajo y la innovación tanto técnica como musical que hizo Kraftwerk durante las décadas de los setentas y ochentas y de posteriores bandas como AllanParsons Project, New Order, entre otros.
[2] Underworld fue una de las bandas más  innovadoras e interesantes de esta década y al respecto podemos nombrar su sencillo Born Slippy  parte de la banda sonora de Trainspotting  (1996) y su álbum Two Months Off (2002).
[3] Ejemplo de ello fue Moby con su álbum Play (1999),  que redefinió el rol del Dj respecto a los sonidos y géneros tradicionales. Este álbum en particular,  muestra muy bien el eclecticismo del sonido electrónico de algunos artistas de entonces.
[4] Con el comienzo de la nueva década esta pose del Dj entraría en decadencia, dejando ver dentro de la misma escena a Dj´s creativos y comprometidos con la música como Dj Shadow con interesantes trabajos como Endtroducing (1996) y ThePrivate Press (2002).
[5] Como ejemplo de esto podemos mencionar ToRecord Only Water for Ten Days (2001) del músico y productor John Frusciante y a la cantante y actriz islandesa Björk con su álbum Post (1995).
[6] Dichos clips estuvieron rodando por la tv inglesa e hicieron parte de la campaña de expectativa de Kid A, lo interesante de estos productos fue que su protagonista era un oso antropomorfo creado por Thom Yorke, lo cual hizo que fueran denominados como Blips.
[7] Nombro estos dos proyectos porque en ese entonces (1998-2000), espacios alternativos como la radio universitaria me eran ajenos a pesar de que llevaban cierto tiempo en el FM, UN radio fundada en 1991 y Javeriana Estereo en 1974.
[8] Hoy en día el sampler es un instrumento que ha revaluado la visión de originalidad y propiedad dentro de la música debido a que el uso de sonidos ya hechos y mezclarlos para crear nuevos ha traído consigo nueva música y de muy buena calidad, prueba de ello es la genial obra del músico inglés William Bevan, más conocido como BURIAL.
[9] Específicamente la emisora que innovó  en este sentido fue 99.1, hoy conocida como Radiónica
[10] Este álbum en especial me trae muy buenos recuerdos, pues fue un tema de conversación con uno de mis grandes amigos, nos parecía impresionante lo que lograba la voz de Ian Brown (ex Stone Roses) en Reing y como las cuerdas lograban un marco deslumbrante e imponente.