A comienzos de 2009, Concluida la gira mundial del álbum Stadium Arcadium (2006), se anunció la
partida de John Frusciante, (uno de los más grandes guitarristas de los últimos
veinte años, valga decirlo), este hecho sembró la incertidumbre respecto al
futuro de los Red Hot Chili Peppers (RHCP). Era entonces momento de volver a comenzar,
de reinventarse sin dejar de lado el camino musical que se venía transitando interrumpidamente
desde Mother´s Milk (1989), (digo
interrumpidamente, por la excepción musical que representó con el tiempo la
publicación de One Hot Minute
(1995)). Durante el lanzamiento de I´mWith You (2011), así lo dejaron entrever Anthony Kiedis y Chad Smith: “No
hay duda, este es un comienzo”, “esta es una nueva banda. El mismo nombre, pero
es una nueva banda", y sin duda fue
un buen comienzo aunque como todo debut tímido e inferior a sus predecesores,
pero claramente el espíritu de búsqueda y creatividad seguía vivo.
La revista Rolling Stone diría de este álbum que tenía
lados flacos. Entre esos, la sutil aparición de la guitarra. Todo esto tomando
como única referencia el pasado glorioso de la música alternativa de los
noventa, e ignorando el estilo de Josh Klinghoffer. Está claro que la actitud
de la mayoría de críticos musicales respecto a algunas bandas está anclada en
el pasado de estas, es decir, pretenden que se repita su éxito comercial y
cultural, en últimas, que estas se copien así mismas. Todo esto en un marco que
deslegitima el paso inexorable del
tiempo y el efecto obvio del cambio cultural del que alguna vez fueron parte. Ejemplo
de ello, fue el ubicar el supuesto nuevo
punto de inflexión o la nueva dirección de la banda únicamente en el hecho de involucrar
al piano y la percusión de manera más decisiva en las canciones, lo cual no era
una novedad como lo hacían ver los medios entonces, en el caso del piano había
estado presente en canciones como “Showme Your Soul” (grabada durante el tour de Mother’s Milk) y en las sesiones de Blood Sugar Sex Magik (1991), y By
The Way (2002), en canciones como “Mellowship Slinky in B Major” y “Tear” respectivamente. Aunque, en algo
tenía razón Rolling Stone, eso era en
el hecho de que la composición si bien no era mala podría haber dado más. Era
verdad, la composición era inferior al álbum inmediatamente anterior Stadium Arcadium. Cuando se escuchan
canciones como “Wet Sand”, “Hey”, “TurnIt Again” o “Death Of Martian” para solo mencionar algunas, el punto de
continuidad era complejo, excepción hecha de “Police Station”, “Even You Brutus?” y paradójicamente un número importante de lados B de I´m With You. No obstante, aceptando los
reparos sobre esta “nueva banda” respecto a “la anterior”, la dirección estaba
marcada y el primer paso estaba dado.
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the getaway |
Luego de cinco años, RHCP abandonó su “zona de confort”.
La no aparición de Rick Rubin como productor en The Getaway (2016) sentó cierto precedente al respecto para los seguidores. El
cambio se inició con Danger Mouse como productor, quien ademas del incesante trabajo de “ir creando
en el camino” al que la banda nos tenía acostumbrados desde la época de Frusciante en
la notable infinidad de jams que se realizaron
durante las giras y que luego serían canciones (“Encore” es un ejemplo de ello) , imprimió un método de trabajo que rindió sus frutos por ejemplo, en la composición, que se muestra más elaborada
y recursiva.
“The Getaway” y “Dark Necessities”, los dos primeros singles del álbum, son
enconadas anécdotas de la vida de Kiedis y su constante relación con las
drogas, en el segundo corte se dice: “stumble down to the parking lot, you got no
time for the afterthought, they're like ice cream for an astronaut, well that's
me looking for weed, turn the corner and find the world and show command”. Dos breves citas de su autobiografía
titulada “Scar Tissue” (2004). En
ambas canciones su parte final es interesante; la primera con un cambio rítmico
y un coro que retumba melódicamente: “Don’t be late cause you’re my savior, make
it great whatever stays, golden gate my rearranger, hold my name inside your
rays”. Y en la segunda un solo de guitarra vigoroso que termina con un
punteo sutil.
“Weturn Red” y “Go robot” son la más simpáticas canciones del
álbum, son odas al movimiento. “Go robot”
tiene un ritmo de bajo algo disco
(me parece cortoplacista compararlo con Daft Punk considero un poco más justo
hablar de Niles Rodgers de Chick, solo para precisar), que armoniza con su
provocadora letra: “I'm kissing high and low, our bodies like two dominoes, can I come and
get you when I hit you in your party clothes, let's turn this cosplay holiday,
what we obey, and now we're welcoming each other to this cabaret”, (que
bien van los teclados de Danger Mouse allí). En el tercer corte no hay ningún
solo o puente sino un riff que se repite con fuerza al sazón de unas reiterativas
letras que traen a la mente “Apache RosePeacock” de Blood Sugar Sex Magik ,una
leve cercanía con el ambiente de los noventa:“lost my mind ’cause I’m on the
plastic, who knew it’s so damn drastic,show me what it is you believe in slowly
she sinks all her teeth in,do you want to go fishing in New Orleans?, do you
want to get up early in the morning?, take me to the river where we do the
little storming, Hallelujah, I feel it warming”.
En “The LongestWave” y “Sick Love” hay un tono irónico y determinante sobre las relaciones
afectivas y sus lugares comunes. “maybe I'm the right one, maybe I'm the
wrong, just another play, the pirate, and the papillon,time to call it a
day…maybe you're my last love, maybe you're my first, just another way to play
inside the universe, know I know why we came”. Sick
Love (con Elton John a bordo) cuenta con el mejor coro del álbum: “rivers
get connected so much stronger than expected, well Sick love comes to wash us
away, prisons of perspective, how your vision gets corrected and, sick love is
my modern cliché, openly defective is the lover you elected and, a portrait she
was bound to portray”.
La muerte como el momento intermedio entre un escenario y
otro se muestra en Goodbye Angels
además la imagen insepulta o inspiradora (como se quiera ver) de Hillel Slovak
hace presencia en “Feasting On TheFlowers”: “we were moving in the world, expanding your realities, a force of nature
on the verge, commanding abnormalities, last thing I remember there was ringing
in my selfish ears, twenty-six a number much too small for someone's golden
years”.
“Detroit” es la voz de
aliento hacia la ciudad otrora eje de la industria y hoy desolada en el lado de
la cruda realidad de ese malvado motor del desarrollo: “find me in the suburbs and the
shadows of decay, rolling rings of rubber and the band begins to play,…..Henry
won the war you see, but not with pen or sword, he did it with the little thing
i think it’s called a Ford”.
La euforia se presenta con “This Ticonderoga” es un magnifico punk rock clásico y exótico
de los ochenta made in Iggy Pop and
The Stooges, con dos puentes melódicos y refrescantes que ensalzan la algo autocomplaciente
lirica respecto a lo que significa “hacer lo correcto”, “we are all just soldiers in this
epic loving flight, and no one that i know has ever really done it right, done
it right”.
“Encore” es
una hermosa pieza musical, sus letras son una solemne exclamación desde un
barco que empieza lentamente a sucumbir a la marea hasta que esta lo cubre
completamente; es la poética en lo inevitable, es la luminosa belleza en la
omnipresente decadencia, “later on I'll read to you the things
that I've been needing to say goodbye, Walk away from mom and dad to find the
love you never had, tell no lies Carry on and write a song that says it all and
shows it off 'fore you die, take a little breath before you catch an early
death there is so much sky”.
En “The Hunter” encontramos una emotiva y melancólica
versión de la relación de Kiedis con su padre Blackie Dammet, “even
thought you raised me i will never be your father, king of each and every
sunset marquis, even thought you’re crazy you will never be a brother,
you’re my old man in the sea”.
“Dreamsof Samurai”, trae levemente a la memoria a “Sail to the Moon” en Hail to the Thief (2003) de Radiohead,
su inicio se transforma en una sesión minimalista que sirve de telón de fondo a
la tormentosa y más reciente relación sentimental de Kiedis, de allí sus frutos:
“clearly
i’m a contradiction, too young to be my wife, a paceful storm is never hectic,
her mellow voice that i could be within, the uniform is anorexic, a jealous
choice won’t win…..taking acid in the graveyard, stealing food to keep the
night alive, every day i try to play hard, even with my lies”.
A pesar del tiempo, la esencia del trabajo con Frusciante esta intacta además del
talento innato de los Chili Peppers. El nunca repetirse ni en las versiones en
vivo ni en los álbumes, esa incesante necesidad de mutar en algo novedoso y
creativo. The Getaway es un nuevo punto
de corte artístico en su discografía como lo fue en su momento By The Way o Blood Sugar Sex Magik. Este
es un álbum autoreflexivo e introspectivo donde ahora más que antes las
texturas de Josh Klinghoffer imprimen una nueva sinergia al grupo. The Getaway es
un álbum melancólico que evita caer hábil y afortunadamente en los lugares
comunes de la depresión. Desde sus primeros cortes muestra el dolor como
momento y espacio de creatividad. Es un hecho, Esto no es un arrebato, esto es
la avanzada hacia la profundidad de un destino musical claro y lleno de
certidumbres que esperamos se prolongue por mucho más tiempo.
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