VESTIDO DE CRISTAL
Ahora que lo pienso, esas pesadillas, esas fiebres y ese dolor en el pecho de los últimos tres días no eran por el “corona-bicho”. Yo siempre pensé que alguien que nació en el Barrio Ingles y que desde jovencita tuvo que trabajar de sirvienta en las casas del Norte no le pasaba estas cosas del inconsciente. Eso de soñar y de estar en trances. Soñé ver mi vida entera desde que era niña hasta cuando me les escapé a mis patrones y me vine a vivir aquí en esta pieza con mi tía. Hoy ya lo sé, Ya no más limpiarles a los ricos, ya no más, hoy supe mi destino.... confeccionar una línea de vestidos para licuadoras.