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jueves, 23 de noviembre de 2017

300 DIAS EN AFGANISTÁN: RELATO SOBRE UNA TIERRA DISTANTE PERO NO AJENA



300 Días en Afganistán[1] se publicó por primera vez en la revista El malpensante número 53 de 2004. Algo inusual, teniendo en cuenta que muy pocas veces las revistas nacionales se han atrevido a publicar alguna obra extensa en una sola edición, salvo uno que otra excepción (como lo fue La Balada de María Abdala[2] publicada en la revista Diners[3]), este ha sido un hecho infrecuente, arriesgado y afortunado para el medio editorial.

En este contexto, 300 Días en Afganistán merece una mención especial dentro de las crónicas publicadas en los últimos años en nuestro país, su naturaleza descriptiva de diario y su estructura narrativa de microrrelato dotan a este trabajo de una calidez digna de ser leída.  El preludio necesario, como fue titulada la presentación en la revista advierte como se construyó esta crónica:
(Esta) es la versión muy personal de lo que vio y vivió una joven médica colombiana durante algo más de 300 días en Afganistán, a donde llegó el 9 de septiembre de 2002 y donde partió el 15 de julio de 2003…..Natalia (Aguirre Zimerman) estaba en Afganistán a título de médica ginecobstetra en una misión de la prestigiosa ONG Medicins sans Frontiéres (o MSF), si bien lo que ella relata no refleja de ninguna manera la versión oficial de MSF, así ellos estén al tanto de la presente publicación. Se trata simplemente de las observaciones personales que la autora envió por e-mail a su familia y a sus amigos en Medellín, así como las fotos que tomó para ilustrar su experiencia. No sobra recalcar que su estadía en Afganistán coincidió con el momento en que el ejército de Estados Unidos invadió Irak, de modo que los riesgos para la seguridad de los representantes de MSF y demás ONG humanitarias se agudizaron mucho con el proceso, según se nota aquí y allí en el texto.[4]


Bazar o mercado de especias en Kabúl

La historia de un lugar remoto y sitiado históricamente por los conflictos y que ha tenido una relación inmarcesible con la pobreza y que ha sido el “bocado” ideal de los corresponsales de guerra, los canales de tv y de los expertos occidentales del medio oriente y del Islam, remite inmediatamente a la trajinada práctica intelectual y mediática del occidentalismo. No obstante, esta crónica construida como un variopinto rompecabezas ofrece desde la subjetividad un panorama amplio en descripciones de una comunidad que no es unidimensional sino compleja y diversa en sus prácticas sociales y religiosas. Natalia Aguirre Zimerman (la autora) escribe a manera de diario todo lo que vive a partir de su rol como médica ginecóloga, ella es un actor participante de la realidad Afgana aspecto que no oculta, lo cual dota al texto de espacios de reflexión, critica, debate y comparación. La observación atenta de la autora le permite hacer interesantes paralelismos dado el contexto histórico del escenario y nuestra realidad, algunos de estos van desde la sexualidad, la vida en pareja, la comida, la omnipresente pobreza material hasta la capacidad de sobrevivencia frente a la adversidad, entendida esta como la muerte: Los afganos son habitantes de las montañas, como los colombianos. Han estado en guerra desde hace muchos años, como los colombianos. Son títeres políticos. Producen tanta heroína como los colombianos cocaína. Producen tanto hachís como los colombianos coca. Son tan orgullosos como los colombianos. Están tan estigmatizados como los colombianos. Son tan juguetones como los colombianos. Son tan primarios como los colombianos (si en la calle se chocan dos carros también se sacan pistolas). Tienen esa malicia indígena de la que carecen los europeos y los gringos pero que si tienen los colombianos. Tienen grandes camiones llenos de dibujitos y colores, que son idénticos a las chivas. Bailan y comen como los colombianos (o sea en grandes cantidades y son muchas ganas), pero no beben a diferencia de éstos[5]

Otro aspecto interesante del libro es la postura que se describe respecto de la relación entre europeos franceses (expats) y afganos: Los franceses repiten mucho en el trabajo que a los afganos les toma diez años aprender cosas, pero yo pienso que ningún ser humano que haya sobrevivido veintitrés años en un país en guerra y desértico puede ser ni siquiera moderadamente bruto[6] 

En suma, este no es un relato sobre la compasión o sobre la reivindicación política o ideológica de un pueblo afligido, es principalmente una narración desde la intimidad de un observador sobre la condición y capacidad humanas. Logra que podamos ver un poco más allá de sus ojos a partir de lo sugerido, de lo literal y de lo simbólico en la profundidad y belleza de unas gentes y una tierra que tienen una dinámica propia dentro del contexto de guerra incesante que han vivido. Hay un gran mérito allí, el de lograr salirse de los estereotipos construidos desde occidente y plantear otros espacios que resultan útiles y validos dentro de la férrea distancia que se ha construido desde los discursos políticos y los “mass-media” que podría decirse son idénticos. Este texto logra de manera indirecta e involuntaria adentrar al lector en un mundo que no es ajeno, que está aquí y con el que compartimos algunos códigos.

Natalia Aguirre Zimerman (la autora)

Otro aspecto interesante es notar el progresivo proceso de hibridación cultural que experimenta la autora en la medida que avanzan las páginas, y en este caso habría que decir que este proceso “sazonado” con la espontaneidad de sus frases y sus diminutivos y paradojas desarrollan una dinámica propia y atractiva que mantienen una dulce atadura entre el texto y el lector: En unos días salgo para Sudán del Sur. No sé nada de nada y ni siquiera me acuerdo si figuraba en el juego de Risk. A duras penas me tomé el trabajo de buscarlo en el Atlas. (Que vaina, yo tan tranquilamente ignorante.) Y ¿por qué no quedarme en Colombia haciendo lo mismo?, me preguntó alguien. En realidad, las necesidades son casi iguales y al fin y al cabo ésta es mi “tierra”; pero no he encontrado todavía como balancear las ganas de hacer algo, con la frustración de no poder hacerlo. Un día voy a volver…, no sin antes haber vivido en África  y contarles, a través de mails y de fotografías digitales, como lo ve esta médica paisa, ahora en una nueva misión[7].    

Esta es una historia sin pretensiones pero que en su desarrollo recuerda sin quererlo y sin buscarlo el gran sentido social y la esencia misma de la crónica. Uno de sus mayores atributos es el ubicarse lejos de la unidimensionalidad y el prejuicio; este libro no solamente cuenta unas interesantes historias en un contexto de adversidad, sino, además insinúa e invita al lector hacia el viejo y útil habito del diario, esto es, a la magnífica utilidad de este, como una herramienta anexa a la memoria de la mente, del espíritu y de las sociedades. Sin duda, allí habrá muchas historias por contar.






[1]  Natalia Aguirre Zimerman, 2006, 300 Días en Afganistán, Bogotá, Ed  Anagrama.
[2] Juan Gossain, 2005, La Balada de María Abdala, Buenos Aires, Ed Seix Barral.
[3] Esta novela se publicó en 2003 para la edición que celebró los cuarenta años de la revista Diners.
[4] Aguirre, N. (2004). 300 Días en Afganistán. El malpensante. 53, Pp.18
[5] Aguirre, 2006, 300 Días en Afganistán, Bogotá, Ed  Anagrama P. 54
[6] Aguirre, 2006, P. 29
[7] Aguirre, 2006, P 184

martes, 12 de septiembre de 2017

BUSCANDO SER UN CAMALEÓN: LIAM GALLAGHER EN  
         AS YOU WERE




Creíamos Saber todo y tener lo suficiente de la personalidad del menor de los hermanos músicos Gallagher. El año pasado, Liam inspiró (sin quererlo) al comediante inglés Sacha Baron Cohen para crear un personaje a su imagen y semejanza y que mostraba ese lado más bien ridículo del matón inglés mezclado con un rockstar encerrado en su lastimero ego. Además de esto, la disolución de Oasis y la conclusión de Beady Eye, dieron al ego de Liam un golpe casi certero y esto probablemente llevó al músico a desarrollar una imagen como compositor no muy conocida en los noventa y que empezó a emerger con el deseo de salirse de la propia fama que él mismo creó desde la última década del siglo pasado.

En retrospectiva, la voz de Liam Gallagher ambientó toda una década y la memoria de toda una generación, y la abrupta terminación de Oasis fue el punto de partida de una competencia que continua con su hermano Noel. Y aunque es raro decirlo, en este caso esta competencia de egos ha traído interesantes productos musicales. Beady Eye  por ejemplo, fue una banda interesante y aparentemente sólida musicalmente que aunque logró mostrar destellos artísticos de un “nuevo Liam” desafortunadamente no llegó superar su segundo álbum. En el caso de Noel su trabajo como solista cuenta con  dos álbumes que han funcionado muy bien en la radio y que en su estructura mezclan lo acústico con sonidos electrónicos. En ambos está claro el deseo de salirse sucintamente del molde artístico y sonoro de Oasis.


 As You Were es el primer álbum en solitario de Liam Gallagher, fue lanzado mundialmente el pasado 6 de Septiembre y utilizó una inusual campaña de expectativa al lanzar los videos de tres sencillos mucho antes de su lanzamiento oficial.  Wall of Glass  fue el primer lanzamiento de este álbum, seguido de Chinatown y For What it´s Worth. En su faceta como solista arrastra para bien o para mal el hecho de ser calificado como una de las voces imprescindible para el rock contemporáneo, y en cada una de las canciones de su álbum hay claros indicios de ello. Unido a lo anterior está el deseo de ser un individuo alejado de la imagen destellante de su hermano Noel como creativo lo cual implícitamente lo lleva hacia la necesidad de mutar y esto es claro pero no inmediato, dicho cambio es lógicamente lento y progresivo y si bien en canciones comoGreedy Soul, y You'd Better Run, You'd Better Hide aún se siente un tufo sonoro (muy agradable en todo caso) de los primeras etapas de Oasis esta no es la constante pues en canciones como Paper Crown, When I´m in Need For What it´s Worth hay una intención de avanzar melódicamente por caminos distintos y suenan realmente sorprendentes por la reflexividad de sus letras y su tono, estas tres canciones más I Get By, Bold y Wall of Glass son las más representativas del deseo de Gallagher de virar hacia otro lugar, lo cual es altamente positivo para el álbum como obra y para su credibilidad como músico.
     
Curiosamente, canciones como  Chinatown, Universal Gleam y I´ve All I Need están en el medio de estos dos grupos y aunque suenan bien como el resto de ellas,  son una especie de mezcolanza entre el antes y el ahora, son la transición conceptual y sonora, y digamos son también un “lugar seguro” tanto para el músico como para sus auditores que en su mayoría no están muy preocupados por observar el “cambio de piel” de la música de Gallagher.

Liam Gallagher esta vez parece interactuar y entender la sinergia de la música y dentro de esta la de la suya en particular, su clara intención de reinventarse como artista comienza a tomar forma en As You Were, y su estilo como compositor no desluce como tampoco su música, es más, sorprende gratamente su madurez musical y la coherente propuesta que es su primer paso como  músico independiente. AsYou Were no decepciona a los nostálgicos ni a los  visionarios, se deja escuchar sin complejos de comienzo a fin.

No obstante, la intención de ser un camaleón se agota cuando Gallagher es entrevistado, allí las cosas parecen no variar de estado respecto a su "particular" personalidad histriónica ; ante las cámaras, como lo mostró Sacha Baron Cohen, las cosas difícilmente cambiarán.

lunes, 5 de junio de 2017

OBITUARIO I:

AQUEL CINCO DE JUNIO DE MIL OCHOCIENTOS NOVENTA Y OCHO 

 Estatua de Federico García Lorca en la Plaza de Santa Ana de Madrid 

Hoy hace 119 años nació Federico García Lorca, uno de los más grandes poetas del siglo XX. García Lorca logró con su trabajo una valiosa e interesante caracterización de la sociedad española de entonces, sin duda un alma noble. Su desaparición fue tristemente resultado de los albores de la guerra civil española, en la que estaba inmerso sin quererlo. La España de aquellos años era como su natal Granada, un campo fértil de ideas para realización de un sueño que nunca fue, que murió el día en que el fascismo tomó el poder y cambió el rumbo de un país, de una república, de un reino, y de un gran número de personas que como García Lorca buscaron la libertad y la creatividad como espacios de cambio para una sociedad que en gran medida añoraba ser democrática.

sábado, 27 de mayo de 2017

MEMORABILIA V:

DOS GOTAS DE AGUA

David "La Cachaza" Hernandez en Independiente Santa Fe

A finales de la década de los noventa cuando me encontraba en las doradas y florecientes épocas del colegio, eran habituales las furiosas pero agradables polémicas de los lunes con mis entrañables compañeros de entonces sobre el rentado nacional. De ese montón de historias recuerdo una en especial que me divirtió mucho: dentro de las mitologías de los clásicos capitalinos de esa época, existía una fijación especialmente de los hinchas de Millonarios (uno de mis amigos/polemistas era uno de ellos) hacia el volante de recuperación de Independiente Santa Fe que en ese momento llevaba el número 20 en su espalda, David “La Cachaza” Hernández. “La Cachaza” cargaba sobre sus hombros el odio y la burla de los hinchas de Millonarios, quienes veían en él a un espécimen futbolístico ajeno y contrario a los valores estéticos del balonpie en general y por supuesto de su “Ballet Azul” en particular.

(izq-der) .Ivan Lopez y "Cachaza"
¿Cuál era el problema con “La Cachaza” Hernández?. Santa Fe era entonces un club que vivía en la necesidad económica y como tal había pasado situaciones propias del arrendatario promedio: la alcaldía había echado con retroexcavadora al club del Parque de la Florida por no pagar el arriendo, y era muy común leer en los periódicos deportivos el que a los jugadores no les pagaran a tiempo.  Además sus grandes figuras, las de mostrar eran pocas o mejor una sola, el lateral derecho Iván López (si bien Agustín Julio estaba como arquero titular sus actuaciones eran discretas). Las nuevas figuras eran cosa de una fecha o dos como fue el caso de Luis Moreno Murillo a quien la tribuna bautizó como “momó” con la idea de inmortalizarle, cosa que nunca pasó. Así las cosas y ante la avalancha de nuevas figuras de su rival de patio la hinchada opto de manera casi desesperada a abrazar a sus referentes más cercanos a su corazón a si estos estuvieran lejos de su paladar futbolístico. Allí estaba “Cachaza” Hernández un volante recio, tosco que con su titularidad y su lucha personificaba los valores de una hinchada que no encontrando otra opción lo llevó a la cúspide de sus cánticos. Su lado flaco y el que todos los otros hinchas usaban como blanco, esto era, su apariencia pasó a ser una sólida  defensa de su condición de ídolo: “Cachaza” fue desde entonces, por sobre todas las cosas y por todas sus cosas un jugador de las entrañas del pueblo santafereño. Una suerte de Sansón cardenal.  

Mi amigo era un ferviente hincha azul y su tío, un oficinista bancario le había inculcado ese amor y fidelidad por "los embajadores" y sus símbolos. La forma de llevarlos a la práctica era apuntarle al lado más flaco de su clásico rival. Ese lado flaco y colateral era ni más ni menos que “La Cachaza” Hernández. El tío de mi amigo solía realizar este ritual: antes de cada clásico capitalino preparaba su voz en casa, de los tonos más graves a los agudos para luego salir con su sobrino rumbo al estadio de la 57. Estando allí y sin cantar ni una sola estrofa de los himnos de Colombia y de Bogotá él profería su proclama de lealtad en el silencioso entreacto de los himnos: “¡Cachaza Hijueputa¡”, “¡Cachaza Hijueputa¡”. Al unísono, con toda la fuerza que le daba el gaznate y como si fuese un plegaria entre himno e himno, su tío la repetía en cada clásico al que asistía religiosamente con el consentimiento y la risa cómplice del resto de la impávida audiencia.

Oseas Reis Dos Santos, delantero de Palmeiras en 1.999

Durante mucho tiempo pensamos que “La cachaza” Hernández y su continua lucha con el balón no tenía igual, pero el tiempo nos mostró lo contrario. Se había jugado la final de la libertadores de 1999 entre Palmeiras y el Deportivo Cali, en la que ganó el "verdao" que por aquel entonces dirigía Luiz Felipe Scolari. Aquella noche hizo su aparición dentro del plantel de los ganadores con el numero 9 una versión brasileña de nuestro venerado “Cachaza”, ese exótico jugador era “Oseas”, quien en cada minuto del partido mostró una presencia "asustadora" y "cavernaria" además de una continua lucha con el balón, situación que nos remitió inmediatamente a los campos del rentado nacional. “Oseas” y “Cachaza” eran la versión del hombre duplicado de Saramago pero en fútbol. Es más, tiempo después supimos que compartían a la distancia y sin conocerse los mismos rituales de “belleza” con el cuidado de sus “crines” antes de cada partido.Su parecido físico era inobjetable y su desempeño contra la pelota increíblemente también lo eran. Si la generación de los ochenta “disfrutó” del fútbol del “salvaje” Rojas a nosotros nos correspondió ver el fútbol de “La Cachaza” Hernández y su gemelo brasileño “Oseas”. Estaba claro entonces que el legado de los ochenta se mantenía intacto aquí y allá.

Curiosamente el remoquete de “Cachaza” hacía referencia a ese trago de origen brasileño que se destila de la caña y que es amargo en el paladar pero dulce en la resaca. Así nos ocurrió con sus actuaciones dentro y fuera de la cancha, que nos llevaron de la amargura visual a la dulce risa que embriaga la memoria. Gracias muchachos[1].


[1] Este breve relato hace las veces de humilde homenaje a la amistad que me brindaron Sergio Andres Fernández, Luis Eduardo Ortiz y Pablo Miller Navarro en aquellos tiempos dorados del I.T.D.

sábado, 20 de mayo de 2017

MEMORABILIA IV:

LA ARROGANCIA, EL LUGAR COMÚN DE MOURINHO



José Mourinho además de ser un técnico de fútbol reconocido por sus importantes logros es un personaje que ha llevado a cuestas innumerables polémicas dentro y fuera de las canchas y más dentro que fuera de las cámaras de televisión. Dentro de los múltiples y variopintos enfrentamientos con periodistas, directivos y entrenadores hay un aspecto que llama la atención teniendo en cuenta la imagen de gran motivador de grupos que ha promocionado. Este se refiere a la relación con los jugadores que ha dirigido. Mourinho debe ser el único técnico que tiene posiblemente más detractores que seguidores entre el gremio de los futbolistas.  

Mourinho es un técnico de elite y cuenta con un palmarés envidiable para cualquiera que sepa algo de futbol. No obstante, hay una constante en su trabajo: siempre llega bien, con el halo de ganador y siempre sale en malos términos del club que le ha contratado. La estrategia de asumir toda la presión hacia él y no hacia sus dirigidos había funcionado bien hasta su llegada al Real Madrid donde esa presión autoimpuesta lo llevó a tener el efecto contrario frente a sus dirigidos.

El problema para Mourinho es que el abiertamente se considera más importante que sus jugadores y esto le da legitimidad a la hora de fustigarlos en público. no obstante, esto ha traído sus consecuencias negativas especialmente para los clubes que lo sufren como le sucedió a Chelsea en la temporada 2015-2016 donde antes de su  despido el club transitó los puestos de descenso habiendo sido el campeón la temporada inmediatamente anterior. Un hecho insólito en la historia de la Premier League. Además de los descalabros económicos que suscitaron sus decisiones respecto a los destinos de los jugadores del club que no se acomodaban a sus caprichos.

La arrogancia es definida como una distorsión de la personalidad que se refiere al excesivo orgullo de una persona en relación consigo misma y que la lleva a creer y exigir más privilegios de los que tiene derecho. Arrogante es alguien que es demasiado y extremadamente presuntuoso o presumido. Mourinho ha hecho de esta definición una forma de trabajo y un práctica común en su comunicación ausente de autocrítica  y de respeto para con su alrededor.     

A la luz de lo dicho , he aquí el competitivo once anti-Mourinho que el mismo entrenador portugués se ha encargado de conformar desde su arrogante y sobrestimada visión de sí mismo y del fútbol que gusta implementar dentro y fuera de las canchas:


Eden Hazard: El talentoso jugador de Chelsea luego de ganar la Premier League 2014-2015 entró en conflicto con Mourinho luego de que este cuestionara en público su bajo rendimiento y lo confinara al banco, a partir de allí la relación con el resto del plantel del club se vino abajo, el club estuvo a punto de descender de manera insólita luego de haber sido campeón la temporada inmediatamente anterior. Tras el despido del portugués del club Hazard volvió mágicamente a ser el “crack” de siempre o casi siempre.

Romelu Lukaku: El que sería el reemplazo natural de Didier Drogba había sido cuidadosamente cuidado por Chelsea desde su aparición en Bélgica, todo estaba dado por parte del club y del jugador para que este se convirtiera en la nueva joya de Europa, No obstante, se vio fuertemente lastimado luego de la final de la Súper Copa de Europa de 2013 que coincidencialmente sería contra el Bayern Múnich de Josep Guardiola. En dicho partido Lukaku erró el penal decisivo para el titulo dejando al Bayern como campeón y a Mourinho con una frustración infinita pues en este escenario Guardiola le ganaba un título más. Mourinho decidió volcar toda su frustración contra el joven prospecto y enviarlo al modesto Everton.  Lukaku aceptó en silencio y su manera de vengarse de Mourinho fue convertirse en varias ocasiones como máximo goleador de la Premier League y negarse a volver a Chelsea obligando al club de Londres a vender su pase al Everton muy por debajo de su valor real.


Kevin de Bruyne: Era una de las fichas clave de la renovación generacional que buscaba Chelsea. Desde su primera aparición con el club, De Bruyne demostró ser un crack en estado puro y su juego técnico y rápido se asemejaba al de Frank Lampard en sus mejores épocas. Su actuación con Chelsea dejó muy buena impresión en la pretemporada de 2013, no obstante Mourinho lo subestimó y lo envió en préstamo al Wolksburgo de Alemania allí el flamenco marcó diferencia y se convirtió en una de las grandes figuras de la Bundes-liga logrando que los poderosos clubes alemanes se enlistaran por contratarle. sin embargo, volvió a Chelsea y frente a la poca oportunidad de jugar que le ofreció Mourinho y ante el deseo del joven mediocampista de triunfar en la Premier League el Wolksburgo hábilmente le compró en 25 millones de libras y a los cinco días de haber adquirido sus derechos le vendió su pase al Manchester City en 50 millones de libras haciéndole creer a Chelsea que el jugador se iría a jugar a Alemania, pues Mourinho sostenía en esa época que los jugadores que el club vendiese no podrían reforzar a sus rivales en la Liga Inglesa, Ocurrió lo contrario. De Bruyne es quizá el mejor jugador del City y uno de los mejores de la Liga Inglesa, esto fue sin duda uno de los más vergonzantes y dolorosos episodios durante la época de Mou en Chelsea.  

Pepe: El férreo defensor del Real Madrid seria desplazado a la banca por el entonces novato Raphael Varane,  y el entrenador portugués diría en cámaras que había sido él quien había hecho cabildeó para que el contrato del defensor fuese renovado y no le echaran del Madrid, así las cosas la relación entre ambos nunca volvería a ser la misma dentro de equipo.


Pedro León: El delantero canterano del Real Madrid prometía mucho cuando llegó al primer equipo, no obstante su futuro se vio alterado cuando la prensa le increpó a Mourinho por no ponerlo de titular a lo que este respondería irónicamente en una rueda de prensa “¿Quién es Pedro León, es Maradona o Pelé?, desde entonces León se vio relegado a jugar en el modesto Getafe y su carrera nunca despegó.



Cristiano Ronaldo: El delantero portugués está acostumbrado a que nadie le cuestione y que su imperial presencia opaque cualquiera otra. Coincidencialmente Mourinho también tiene esto por costumbre, lógicamente sus egos estratosféricos no soportarían estar en el pequeño y acogedor ambiente del camerino del Santiago Bernabéu. Por consiguiente, los medios hicieron fiesta con las afirmaciones de Mou sobre el hecho de que Cristiano “no se las sabía todas y tenía que aprender más si quería ser el mejor”, esto y el que se le hubiera comparado con el “verdadero” Ronaldo, el brasileño conocido como el “fenómeno” enojo al “vedette” lusitano, quien no desaprovecho la ocasión para avalar el despido de Mou del club blanco.  
   
Iker Casillas: Desde la llegada de Mourinho al Madrid el portero y capitán se le enfrentó pues no compartía la estrategia mediática de Mou; esta era la de enfrentarse a diestra y siniestra a los medios y a los rivales usando propaganda negra. Casillas como capitán también de la selección de España se rehusó a seguir la corriente del míster merengue pues esto afectó el ambiente de la selección española que para ese entonces estaba conformada en su 50%  por jugadores de FC Barcelona, el objetivo predilecto de Mourinho. Además la continua filtración de los incidentes tras bastidores del Madrid llenó la copa del Portugués quien culpó a Casillas y a su esposa la periodista Sara Carbonero de “cantar” en los medios amarillistas el método incendiario que utilizaba con sus jugadores y de exponerle, acto seguido le confinó al banco y le retiró la capitanía durante toda una temporada lo que obligó al meta a irse por la puerta de atrás de la que fue su casa desde que era niño.

Ángel Di María: El mediocampista argentino vivía una buen momento en el Real Madrid pero en la época de Mou vivió muchas lesiones lo que molestó al técnico quien lo responsabilizo de ellas y lo acusó de “cobrar mucho y jugar poco” a lo cual “los ultras” (la barra brava del Madrid) se unió haciéndole la vida imposible al rosarino y llevándole a enfrentar los canticos en su contra y por ende a buscar equipo fuera de España.   

Eva Carneiro: médica del Chelsea de 2009 al 2015 cometió el error de atender a Hazard cuando había sido golpeado en una acción de juego sin el permiso de Mourinho, y este sin ninguna pena ni culpa le insultó y le culpó de la derrota del equipo ante el West Brownwich Albion aquel día. El escándalo de su despido del club londinense solo fue la punta del iceberg de lo que sería uno de los deleites de los tabloides amarillistas ingleses que descubrieron y explotaron “la mina de oro” que fue su relación con los jugadores. A partir de allí el escandalo tomó matices de novela pues salieron a relucir sus amoríos con varios jugadores del club y el rol de “motivadora exclusiva” de la plantilla. Chelsea tuvo que desembolsarle cinco millones de libras por despido injustificado y Mourinho tuvo que acudir a estrados judiciales por conducta inapropiada y discriminación.

Kaká: Durante su paso por el Real Madrid, su carrera se acabó, así de simple. El “atleta de Cristo”, como se hacía llamar había llegado como una de las luminarias del escenario futbolístico mundial y su paso por el AC Milán había sido fulgurante. Pero su suerte cambio al llegar a el Madrid allí prácticamente no jugó y su presencia era inmarcesible en el banco de suplentes. Su rol de “cero ala izquierda” para Mourinho fue una constante y le llevó a terminar silenciosamente su carrera en la liga de Estados Unidos.

Marcelo: el lateral izquierdo brasileño durante la era Mourinho en el club blanco de Madrid vivió un momento de presión por parte del técnico quien en aquel momento lo culpó de vago al no concentrarse en recuperarse rápidamente de sus continuas lesiones. La tensión entre ambos era evidente a tal punto que luego de la salida del portugués del club y durante un encuentro amistoso frente a Chelsea el brasileño no tuvo problema en gritarle con sorna un gol en la cara a su ex entrenador.   


Este once anti-Mourinho tendría banco de suplentes, allí estarían sentados entre otros : Frank Lampard y Bastian Schweinsteiger además de Manuel Pellegrini en un rol de asistente técnico. Por antonomasia, el director técnico en propiedad de este equipo sería el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger quien desde la primera época de “Mou” en Chelsea se vio calificado por este como “perdedor” y en sus encuentros en la zona técnica varias veces han llegado a las manos. Su odio y antipatía son claramente un deseo reciproco.


Al terminar esta temporada es probable que un nuevo miembro se una a este selecto club. Wayne Rooney una de las actuales leyendas del Manchester United y quien fuera uno de los consentidos de Alex Ferguson no ha contado con protagonismo en el proyecto deportivo de Mourinho quien lo ha relegado al banco de suplentes, lo que ha llevado a afirmar su muy probable salida del club y su vuelta al club que le vio debutar en el profesionalismo el Everton. Ha estado claro durante la temporada 2016-2017 que para Mourinho Rooney está en decadencia futbolística y en vista del hambre del club de Manchester por títulos la salida del “baby” sería prácticamente un hecho.

Hace unos años se publicó en Europa un libro sobre "el método Mourinho" titulado “Como Hacer Amigos”, está claro a juzgar por su título que el técnico de Setúbal no lo escribió.



jueves, 20 de abril de 2017

CINCO LIBROS INTERESANTES SOBRE LA PRÁCTICA BALONPÉDICA EN COLOMBIA





Desde hace un poco más de una década la publicación de libros desde diversas perspectivas sobre el fútbol se ha hecho cada vez más frecuente. La apertura de un campo de análisis por parte de grupos de investigación sobre este fenómeno ha permitido la transformación  de la visión que se tenía de un juego al que principalmente se le adjudicaba los sentimientos reprimidos de las masas. Hoy el fútbol es visto (además de lo obvio), como un espacio heterogéneo donde los discursos y prácticas sobre el cuerpo y la civilidad interactúan dentro de un contexto histórico inmerso en ese amplio crisol que es la cultura, en otras palabras como un fenómeno social.

Las semillas puestas en varias etapas por entre otros por Heinz Risse (1898-1989), George Simmel (1853-1918) y Herbert Spencer (1820-1903) han rendido sus frutos inicialmente a través de la sociología del deporte. Y dichos frutos han sido de variada clase y calidad. Cabe destacar también como en la última década la Historia y la Antropología (como disciplinas) se han integrado a esta tendencia revitalizando y ampliando el panorama de análisis social.

En el caso de Colombia[1] la tendencia de escribir sobre fútbol como fenómeno cultural ha sido un ejercicio tardío comparado, por ejemplo, con el resto del continente, no obstante, la claridad conceptual, ha venido en aumento no solo a través de los libros publicados, sino además de las revistas de estudios sociales que han servido a tal fin.  Aquí están cinco narrativas, cinco visiones que animadas (algunas más sutilmente que otras) por la “revolución” de los sociólogos, historiadores y antropólogos, van desde la narración cronológica hasta la crónica, y donde se tiene claro que el análisis sobre el futbol (en este caso) no puede estar alejado del contexto histórico y de los cambios sociales que dinamizan la sociedad. Esta es una corta guía para neófitos del tema. Cualquiera de los caminos planteados es válido en un campo amplio y abierto a la exploración y estudio.


Empatamos 6 a 0, Fútbol en Colombia 1900-1948 / Guillermo Zuluaga Ceballos. 2005


Esta es la versión editorial de la tesis de grado de maestría en Historia de Guillermo Zuluaga Ceballos, quien basa temporalmente su investigación en la génesis del futbol colombiano, es decir, en el camino del futbol colombiano antes de su profesionalización. La gran valía de este trabajo radica en el objeto de su estudio, esto es, la génesis del futbol en nuestro país, hecho que el autor desarrolla además de las fuentes tradicionales través del análisis de los discursos políticos dominantes de entonces.   

En el cuerpo del libro se encuentra un aspecto que despierta gran polémica por el regionalismo que circunscribe resolverlo al día de hoy, este es la entrada geográfica que usaron quienes trajeron el futbol a nuestro país. A lo cual este autor afirma:

Más allá de si fue Barranquilla  o Santa Marta, Cúcuta o Pasto , -como estas lo reclaman-, el detalle común a estas posibilidades es que fueron personajes de las clases altas o extranjeros quienes lo introdujeron a nuestro país, el cual pasaba lentamente a ser una práctica “juiciosamente comprendida y sin desenfreno”, como lo sugiere Paul Gaultier en 1912 sobre los deportes en general……Una inquietud -que difícilmente se resolverá-  es: si el futbol fue introducido a los países suramericanos por los constructores ingleses de los ferrocarriles , ¿Por qué en Colombia solo se habla de la aparición de este deporte a principios del siglo XX, no obstante que desde mediados del siglo XIX empezaron a construirse vías férreas en la Costa Atlántica y Panamá?   

Lo anterior contrasta (por así decirlo) con otras versiones del tema como la expuesta por el historiador Enrique Santos Molano quien afirmó sobre este mismo punto:

El futbol llegó a Colombia en 1892, por iniciativa del entones director de la Escuela Militar, el coronel estadounidense Henry Rown Lemly, quien lo instituyó allí y estableció un reglamento de acuerdo con los que regían el deporte del Football en Inglaterra…De modo que sí. Aunque el dato no podía agradar a los barranquilleros, ni a los pastusos, que reclaman para sus ciudades el honor, el fútbol colombiano se jugó por primera vez en Bogotá, y también por segunda.[2]

Por otra parte, Es interesante leer la intención del autor en involucrar el discurso y el contexto político en por ejemplo, el uso del tiempo libre y la visión de este por parte de los dirigentes liberales en el incipiente proceso de industrialización que vivió el país a comienzos de la década del 30. Sin duda este trabajo se convierte en un sólido escalón en el estudio histórico del fútbol.   


Fútbol en Colombia / Carolina Jaramillo Selingmann. 2007


Este libro cuenta con un juicioso trabajo de archivo fotográfico. Las fuentes incluyen un amplio espectro de periódicos nacionales como: EL TIEMPO, EL ESPECTADOR, EL HERALDO, REVISTA SEMANA, entre otros muchos.  Además, cuenta con la rigurosidad periodística y guía temática de Hernán Peláez Restrepo (quien ya había hecho en la década de los noventa libros similares sobre el futbol colombiano y los mundiales de fútbol) y la cuidada edición de Villegas Editores. El libro logra hacer una narración cronológica a través de los futbolistas nacionales y extranjeros más determinantes que pasaron por estas tierras y la descripción de los hechos más destacados que han marcado nuestro balompié. Aquí hay una investigación de campo que involucra principalmente la visión de los periódicos y la memoria fotográfica que además del tratamiento de los hechos más relevantes de cada época aporta pequeños perfiles de futbolistas, técnicos y selecciones nacionales que cambiaron el rumbo de nuestro fútbol. Esta obra es una gran introducción para  neófitos en el campo de la historia del fútbol en Colombia o a quienes les interese ver el impacto del fútbol desde la perspectiva de los medios escritos de comunicación.


Bestiario del Balón /  F. Arango, N. Samper, A. Garavito. 2008


El Bestiario del Balón es un afortunado precedente para “los hinchas del futbol con cerebro” porque  plantea directamente al espectador como un actor activo dentro del gran engranaje que supone el espectáculo futbolístico. El libro se encarga de desarrollar una nueva “categoría” de nuestro futbol, como reza su subtítulo: “el lado b del futbol colombiano”. Esto tiene que ver con esos aspectos y hechos no tan públicos (en algunos casos leyendas urbanas) que han circundado el ambiente futbolístico nacional, esos hechos que no han sido parte de la “historia oficial”  del futbol profesional colombiano. El tono del libro es sarcástico, inteligente y mordaz lo que lo hace único y valioso en el contexto local. Este libro recoge las  memorias de  tres futboleros hijos de los diarios deportivos, de programas de radio como “la guerrilla deportiva” sobre algunos de los futbolistas[3] (entre la década de los ochenta y dos mil) que les acompañaron a lo largo de su vida.

 Allí los episodios olvidados por risibles, estrambóticos o bizarros  tienen su espacio. Nombres como los de Orlando “El Salvaje” Rojas, Alonso “Cachaco” Rodríguez, Fernando “Bombillito” Castro o  Ángel “El Busetero” Castelnoble o estrellas fugaces como Edwin Congo, Jhonier Montaño, Nelson “Tyson” Rivas, Hans Shomberger Tibocha, o episodios de ingrata recordación como el “londrinazo” en el que Colombia sub-23 cayó ante Brasil 9 a 0 también  hacen parte de este entramado de historias “subalternas” que igualmente honran la corta historia de nuestro balompié.  El libro cuenta con cortos pero sustanciosos párrafos escritos a tres manos que logran mantener una lectura agradable, fluida y un inagotable dejo de satisfacción.



La Gran Historia del Fútbol Profesional Colombiano / Guillermo Ruiz Bonilla. 2008


Una edición primaria apareció en 1999 como un suplemento dominical del diario El Espectador. Esta es la obra de un estadígrafo consagrado en el medio periodístico, que ha mostrado en publicaciones subsecuentes contar con uno de los más completos archivos sobre fútbol en nuestro país. El libro tiene una narración cronológica de cada uno de los campeonatos disputados desde 1948, podría decirse que este libro es la narración oficial del fútbol colombiano[4] además, cuenta con la tabla de posiciones de cada campeonato disputado y sus correspondientes estadísticas con las fotos de cada plantel. En suma, este libro es útil porque logró congregar el trabajo de datos y cifras del autor de manera total y de manera actualizada en un formato amplio, cómodo y útil como archivo para una consulta del futbol colombiano.


El  5 – 0 / Mauricio Silva. 2013


Esta es una interesante crónica sobre el ascenso y la caída de la selección Colombia y que comenzó para el estrellato esa noche del 5 de septiembre de 1993. Separado en cinco ítems esta crónica intenta desarrollar las causas extra-futbolísticas que llevaron al colapso futbolístico de esa generación. La prosa de Mauricio Silva es envolvente porque después de todo lo que se ha dicho sobre aquella noche de ensueño en Buenos Aires y que a la postre  se convirtió en pesadilla mundialista su trabajo de reportería con los protagonistas de ese entonces (hoy jugadores retirados), logra tocar temas espinosos y curiosos que antes por el contexto tan complejo no se habían tocado ni por la prensa no por los futbolistas. Esa claro que la selección de ese entonces era de muchos, entre esos, los carteles de la mafia que manejaban a su antojo la política y los aspectos más íntimos y más públicos de lo nacional entre esos, la selección nacional de fútbol.





[1]  Para un estado del arte respecto al avance de los estudios sociales del deporte recomiendo consultar el documento de David Quitián “Los Estudios Sociales del Deporte en Colombia, tensiones en juego para configurar un campo de estudios”, disponible en: 
https://www.icesi.edu.co/congreso_sociologia/images/ponencias/22-Quitian-LOS%20ESTUDIOS%20SOCIALES%20DEL%20DEPORTE%20EN%20COLOMBIA%20Tensiones%20en%20juego%20para%20configurar%20un%20campo%20de%20estudios.pdf
como también el documento de Rafael Jaramillo Racines “Hacia una Historia del Fútbol en Colombia”, disponible en: http://www.alesde.ufpr.br/encontro/trabalhos/72.pdf
[2] Santos, E. (2005). Fútbol, una pasión incontenible. Revista Credencial Historia #185, Pp9 
[3] Publicaciones Semana editó  en 2015  El Fútbol y Yo”,  un libro que reúne anécdotas escritas en primera persona, es decir, por los futbolistas y que habían sido publicadas anteriormente en la revista SOHO.
[4] El libro fue lanzado a propósito de la celebración de los 60 años de la División Mayor del Fútbol Colombiano, DIMAYOR.