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sábado, 20 de mayo de 2017

MEMORABILIA IV:

LA ARROGANCIA, EL LUGAR COMÚN DE MOURINHO



José Mourinho además de ser un técnico de fútbol reconocido por sus importantes logros es un personaje que ha llevado a cuestas innumerables polémicas dentro y fuera de las canchas y más dentro que fuera de las cámaras de televisión. Dentro de los múltiples y variopintos enfrentamientos con periodistas, directivos y entrenadores hay un aspecto que llama la atención teniendo en cuenta la imagen de gran motivador de grupos que ha promocionado. Este se refiere a la relación con los jugadores que ha dirigido. Mourinho debe ser el único técnico que tiene posiblemente más detractores que seguidores entre el gremio de los futbolistas.  

Mourinho es un técnico de elite y cuenta con un palmarés envidiable para cualquiera que sepa algo de futbol. No obstante, hay una constante en su trabajo: siempre llega bien, con el halo de ganador y siempre sale en malos términos del club que le ha contratado. La estrategia de asumir toda la presión hacia él y no hacia sus dirigidos había funcionado bien hasta su llegada al Real Madrid donde esa presión autoimpuesta lo llevó a tener el efecto contrario frente a sus dirigidos.

El problema para Mourinho es que el abiertamente se considera más importante que sus jugadores y esto le da legitimidad a la hora de fustigarlos en público. no obstante, esto ha traído sus consecuencias negativas especialmente para los clubes que lo sufren como le sucedió a Chelsea en la temporada 2015-2016 donde antes de su  despido el club transitó los puestos de descenso habiendo sido el campeón la temporada inmediatamente anterior. Un hecho insólito en la historia de la Premier League. Además de los descalabros económicos que suscitaron sus decisiones respecto a los destinos de los jugadores del club que no se acomodaban a sus caprichos.

La arrogancia es definida como una distorsión de la personalidad que se refiere al excesivo orgullo de una persona en relación consigo misma y que la lleva a creer y exigir más privilegios de los que tiene derecho. Arrogante es alguien que es demasiado y extremadamente presuntuoso o presumido. Mourinho ha hecho de esta definición una forma de trabajo y un práctica común en su comunicación ausente de autocrítica  y de respeto para con su alrededor.     

A la luz de lo dicho , he aquí el competitivo once anti-Mourinho que el mismo entrenador portugués se ha encargado de conformar desde su arrogante y sobrestimada visión de sí mismo y del fútbol que gusta implementar dentro y fuera de las canchas:


Eden Hazard: El talentoso jugador de Chelsea luego de ganar la Premier League 2014-2015 entró en conflicto con Mourinho luego de que este cuestionara en público su bajo rendimiento y lo confinara al banco, a partir de allí la relación con el resto del plantel del club se vino abajo, el club estuvo a punto de descender de manera insólita luego de haber sido campeón la temporada inmediatamente anterior. Tras el despido del portugués del club Hazard volvió mágicamente a ser el “crack” de siempre o casi siempre.

Romelu Lukaku: El que sería el reemplazo natural de Didier Drogba había sido cuidadosamente cuidado por Chelsea desde su aparición en Bélgica, todo estaba dado por parte del club y del jugador para que este se convirtiera en la nueva joya de Europa, No obstante, se vio fuertemente lastimado luego de la final de la Súper Copa de Europa de 2013 que coincidencialmente sería contra el Bayern Múnich de Josep Guardiola. En dicho partido Lukaku erró el penal decisivo para el titulo dejando al Bayern como campeón y a Mourinho con una frustración infinita pues en este escenario Guardiola le ganaba un título más. Mourinho decidió volcar toda su frustración contra el joven prospecto y enviarlo al modesto Everton.  Lukaku aceptó en silencio y su manera de vengarse de Mourinho fue convertirse en varias ocasiones como máximo goleador de la Premier League y negarse a volver a Chelsea obligando al club de Londres a vender su pase al Everton muy por debajo de su valor real.


Kevin de Bruyne: Era una de las fichas clave de la renovación generacional que buscaba Chelsea. Desde su primera aparición con el club, De Bruyne demostró ser un crack en estado puro y su juego técnico y rápido se asemejaba al de Frank Lampard en sus mejores épocas. Su actuación con Chelsea dejó muy buena impresión en la pretemporada de 2013, no obstante Mourinho lo subestimó y lo envió en préstamo al Wolksburgo de Alemania allí el flamenco marcó diferencia y se convirtió en una de las grandes figuras de la Bundes-liga logrando que los poderosos clubes alemanes se enlistaran por contratarle. sin embargo, volvió a Chelsea y frente a la poca oportunidad de jugar que le ofreció Mourinho y ante el deseo del joven mediocampista de triunfar en la Premier League el Wolksburgo hábilmente le compró en 25 millones de libras y a los cinco días de haber adquirido sus derechos le vendió su pase al Manchester City en 50 millones de libras haciéndole creer a Chelsea que el jugador se iría a jugar a Alemania, pues Mourinho sostenía en esa época que los jugadores que el club vendiese no podrían reforzar a sus rivales en la Liga Inglesa, Ocurrió lo contrario. De Bruyne es quizá el mejor jugador del City y uno de los mejores de la Liga Inglesa, esto fue sin duda uno de los más vergonzantes y dolorosos episodios durante la época de Mou en Chelsea.  

Pepe: El férreo defensor del Real Madrid seria desplazado a la banca por el entonces novato Raphael Varane,  y el entrenador portugués diría en cámaras que había sido él quien había hecho cabildeó para que el contrato del defensor fuese renovado y no le echaran del Madrid, así las cosas la relación entre ambos nunca volvería a ser la misma dentro de equipo.


Pedro León: El delantero canterano del Real Madrid prometía mucho cuando llegó al primer equipo, no obstante su futuro se vio alterado cuando la prensa le increpó a Mourinho por no ponerlo de titular a lo que este respondería irónicamente en una rueda de prensa “¿Quién es Pedro León, es Maradona o Pelé?, desde entonces León se vio relegado a jugar en el modesto Getafe y su carrera nunca despegó.



Cristiano Ronaldo: El delantero portugués está acostumbrado a que nadie le cuestione y que su imperial presencia opaque cualquiera otra. Coincidencialmente Mourinho también tiene esto por costumbre, lógicamente sus egos estratosféricos no soportarían estar en el pequeño y acogedor ambiente del camerino del Santiago Bernabéu. Por consiguiente, los medios hicieron fiesta con las afirmaciones de Mou sobre el hecho de que Cristiano “no se las sabía todas y tenía que aprender más si quería ser el mejor”, esto y el que se le hubiera comparado con el “verdadero” Ronaldo, el brasileño conocido como el “fenómeno” enojo al “vedette” lusitano, quien no desaprovecho la ocasión para avalar el despido de Mou del club blanco.  
   
Iker Casillas: Desde la llegada de Mourinho al Madrid el portero y capitán se le enfrentó pues no compartía la estrategia mediática de Mou; esta era la de enfrentarse a diestra y siniestra a los medios y a los rivales usando propaganda negra. Casillas como capitán también de la selección de España se rehusó a seguir la corriente del míster merengue pues esto afectó el ambiente de la selección española que para ese entonces estaba conformada en su 50%  por jugadores de FC Barcelona, el objetivo predilecto de Mourinho. Además la continua filtración de los incidentes tras bastidores del Madrid llenó la copa del Portugués quien culpó a Casillas y a su esposa la periodista Sara Carbonero de “cantar” en los medios amarillistas el método incendiario que utilizaba con sus jugadores y de exponerle, acto seguido le confinó al banco y le retiró la capitanía durante toda una temporada lo que obligó al meta a irse por la puerta de atrás de la que fue su casa desde que era niño.

Ángel Di María: El mediocampista argentino vivía una buen momento en el Real Madrid pero en la época de Mou vivió muchas lesiones lo que molestó al técnico quien lo responsabilizo de ellas y lo acusó de “cobrar mucho y jugar poco” a lo cual “los ultras” (la barra brava del Madrid) se unió haciéndole la vida imposible al rosarino y llevándole a enfrentar los canticos en su contra y por ende a buscar equipo fuera de España.   

Eva Carneiro: médica del Chelsea de 2009 al 2015 cometió el error de atender a Hazard cuando había sido golpeado en una acción de juego sin el permiso de Mourinho, y este sin ninguna pena ni culpa le insultó y le culpó de la derrota del equipo ante el West Brownwich Albion aquel día. El escándalo de su despido del club londinense solo fue la punta del iceberg de lo que sería uno de los deleites de los tabloides amarillistas ingleses que descubrieron y explotaron “la mina de oro” que fue su relación con los jugadores. A partir de allí el escandalo tomó matices de novela pues salieron a relucir sus amoríos con varios jugadores del club y el rol de “motivadora exclusiva” de la plantilla. Chelsea tuvo que desembolsarle cinco millones de libras por despido injustificado y Mourinho tuvo que acudir a estrados judiciales por conducta inapropiada y discriminación.

Kaká: Durante su paso por el Real Madrid, su carrera se acabó, así de simple. El “atleta de Cristo”, como se hacía llamar había llegado como una de las luminarias del escenario futbolístico mundial y su paso por el AC Milán había sido fulgurante. Pero su suerte cambio al llegar a el Madrid allí prácticamente no jugó y su presencia era inmarcesible en el banco de suplentes. Su rol de “cero ala izquierda” para Mourinho fue una constante y le llevó a terminar silenciosamente su carrera en la liga de Estados Unidos.

Marcelo: el lateral izquierdo brasileño durante la era Mourinho en el club blanco de Madrid vivió un momento de presión por parte del técnico quien en aquel momento lo culpó de vago al no concentrarse en recuperarse rápidamente de sus continuas lesiones. La tensión entre ambos era evidente a tal punto que luego de la salida del portugués del club y durante un encuentro amistoso frente a Chelsea el brasileño no tuvo problema en gritarle con sorna un gol en la cara a su ex entrenador.   


Este once anti-Mourinho tendría banco de suplentes, allí estarían sentados entre otros : Frank Lampard y Bastian Schweinsteiger además de Manuel Pellegrini en un rol de asistente técnico. Por antonomasia, el director técnico en propiedad de este equipo sería el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger quien desde la primera época de “Mou” en Chelsea se vio calificado por este como “perdedor” y en sus encuentros en la zona técnica varias veces han llegado a las manos. Su odio y antipatía son claramente un deseo reciproco.


Al terminar esta temporada es probable que un nuevo miembro se una a este selecto club. Wayne Rooney una de las actuales leyendas del Manchester United y quien fuera uno de los consentidos de Alex Ferguson no ha contado con protagonismo en el proyecto deportivo de Mourinho quien lo ha relegado al banco de suplentes, lo que ha llevado a afirmar su muy probable salida del club y su vuelta al club que le vio debutar en el profesionalismo el Everton. Ha estado claro durante la temporada 2016-2017 que para Mourinho Rooney está en decadencia futbolística y en vista del hambre del club de Manchester por títulos la salida del “baby” sería prácticamente un hecho.

Hace unos años se publicó en Europa un libro sobre "el método Mourinho" titulado “Como Hacer Amigos”, está claro a juzgar por su título que el técnico de Setúbal no lo escribió.



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