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jueves, 26 de diciembre de 2019

ERIC HOBSBAWM, EL HISTORIADOR DUPLICADO[1]


El historiador inglés Eric Hobsbawm (1917-2012), ha sido una de las figuras más importantes y relevantes de la disciplina histórica durante una parte importante del siglo XX  y el XXI. Su obra es uno de los referentes más interesantes para explicar cómo se desarrolló la historiografía durante el siglo pasado. Además, sus trabajos más famosos conocidos como “las eras” han servido de marco para estructurar historias alternas a partir de fenómenos históricos de larga y mediana duración oscilantes entre “La Era de la Revolución 1789- 1848” (1971), “La Era del Capital 1848-1875 (1975), “La Era del Imperio 1875-1914” (1988). La bibliografía de Hobsbawm es bastante amplia en términos conceptuales y prolífica en polémicas y en los temas que desarrolló a la par de sus títulos, lo cual representa un valioso escenario donde podemos ver como lectores y analistas, algunas rupturas, continuidades y cambios de enfoques y objetos tanto de su práctica investigativa, discursiva como ideológica.  


Si bien su filiación ideológica con el marxismo lo acompañó a lo largo de su carrera, (de hecho, fue uno de los principales impulsores, sino el más, para ser reconocido a nivel mundial),  su postura en  relación con los enfoques y objetos de estudio expuestos en sus libros merece especial atención porque en ellos podemos rastrear a un  Hobsbawm que se caracterizó en distintos escenarios, por marcar  distancia de manera cada vez más puntual  tanto de la historia oficial como del discurso oficialista del partido comunista vía Moscú, del “socialismo real” estalinista y posteriormente del marxismo determinista (aunque a veces, esta sutil distancia para algunos de sus críticos más recalcitrantes pareció más bien un silencio cómplice). A la par de este hecho debemos tener en cuenta que los temas que desarrolló Hobsbawm muestran ante todo un carácter inquisitivo y riguroso dentro de  un variopinto escenario que incluye las revoluciones burguesas, el jazz, el origen de la clase trabajadora y el arte, la moda y el desarrollo de la práctica histórica, entre muchos otros.     



¿Qué tipo de periodización es posible trazar de los temas desarrollados por Hobsbawm a través de sus libros?

Lo temas más significativos que Hobsbawm desarrolló a lo largo de su carrera aparecieron es su órbita analítica desde una temprana edad para él (específicamente su adolescencia) y una etapa de cambio para el mundo con el avance de los nacionalismos y el fascismo esto es, formalmente luego de 1930. Por tanto, sus intereses no solo se apegaron estrictamente a lo que dictaba el libreto del bloque comunista; como sabemos antes que el comunismo se enfundara en la Unión Soviética, la fuerza que mantuvo la lucha contra el fascismo y el imperialismo fueron las diferentes agremiaciones comunistas en Europa a las cuales un decidido joven judío de clase media adhirió.

A mi manera de verlo si se mantiene como premisa lo anteriormente mencionado, estas líneas de pensamiento (o interés) no serían consecutivas sino que guardarían la característica de ser paralelas en términos temporales. Podemos rastrear en la bibliografía de Hobsbawm dicha forma o estructura si tenemos como guía su autobiografía, “Años Interesantes: Una vida en el siglo XX” (2003), que de manera magistral nos ofrece un relato amplio y casi pormenorizado de los intereses académicos que marcarían de manera significativa la carrera del historiador inglés.

Tanto el discurso histórico y las obras de Hobsbawm son ante todo un escenario abierto al debate, el análisis, la crítica y con esto quiero hacer especial énfasis en el papel activo (el deber ser, claro está), tanto del lector promedio como el de quienes analizan su obra de manera un poco más profesional, algunos de ellos (bastante pocos de hecho), docentes de ciencias sociales. Quiero pensar la obra y la personalidad de Hobsbawm como hechos paralelos y  no necesariamente concordantes ni monolíticos, es decir, como un proceso de cambios dinámicos no siempre estructurados dentro de un discurso como el marxista o el comunista. Dentro de las líneas paralelas de pensamiento desarrollo e investigación que he mencionado podemos encontrar a varios Hobsbawm que conviven de manera paralela a lo largo de su bibliografía: el jazzófilo, el crítico literario, el sociólogo, el optimista de otras izquierdas para superar el capitalismo y la decadente Unión Soviética, el historiador con algunos vicios de eurocentrismo, el analista político, el observador participante, el intelectual tipo siglo XX, el profesor universitario, el marxista romántico, el antifascista, el crítico musical que desestimó en su momento a los Beatles y al Rap, el polemista del postmodernismo, el brillante escritor que construyó una narrativa profunda, rigurosa y lúcida.

Es necesario mencionar que Obras como “The Jazz Scene” (1959), “Gente Poco Corriente” (1999), “A la zaga: decadencia y fracaso de las vanguardias del siglo XX” (1999). “Años interesantes: una vida en el siglo XX” (2003), “Un tiempo de rupturas: sociedad y cultura en el siglo XX” (2013), entre otras, presentan muy bien la idea de un panorama alterno y variado en temáticas y analisis con respecto a sus obras más conocidas. En este contexto, también vale la pena mencionar aunque en una dirección más heterodoxa, la aparición post-mortem de “Viva la Revolución” (2018), una compilación de ensayos realizados entre 1960 y 2002,  que muestra de manera interesante la especial relación de Hobsbawm y América latina, (aunque no puedo dejar de mencionar que su título es un verdadero despropósito con su contenido, aunque es apenas lógico teniendo en cuenta la ausencia del criterio del autor y el interés de la mercadotecnia editorial), vale muchísimo la pena analizar sobre todo a la hora de hacer una evaluación más allá de la nostalgia y el sentimiento de algunos mitos fundacionales de los movimientos revolucionarios surgidos especialmente desde finales de la década de 1950. Lo cual es un aliciente más para leerlos, analizarlos, criticarlos y consultarlos (en plural).

El trabajo de Eric Hobsbawm es una importante contribución a lo que en su momento significó el avance de la historia social en el mundo occidental. Su análisis, lectura y crítica  no solo deben servir para la exaltación de la imagen de un conspicuo investigador, sino además para la necesaria vista de los fenómenos de nuestro presente como parte de los procesos históricos del siglo que le antecedió. Es importante entender la obra de Hobsbawm como un escenario no monolítico es decir, la idea de encasillar a su obra simplemente como un ápice del  marxismo revisionista o como la visión de un comunista melancólico, es insuficiente y equivocado para abordar seria y profundamente su estudio. La invitación para lectores, estudiantes y docentes de educación básica y media está abierta.





[1] Utilizo la analogía de la duplicación tomando como referencia la novela “El Hombre Duplicado” (2002) de José Saramago.

domingo, 1 de diciembre de 2019

EL GURÚ DE LA IRA
Este es un breve perfil del periodista deportivo Horacio Pagani en su paso por las pantallas de tv y su meteórico ascenso en el universo mediático de YouTube y Twitter. 


Horacio Pagani es un reconocido periodista argentino, su hoja de vida está plagada de importantes logros: ha escrito en el diario Clarín durante los últimos 50 años sobre fútbol y boxeo, fue el primero en publicar una nota de Diego Maradona a sus 16 años, la ya legendaria Un sueño de barrilete(1976), escribió para la revista El Gráfico entre 1969 y 1975, también ha publicado “El fútbol que le gusta a la gente” (2006), “El verdadero fútbol que le gusta a la gente” (2008), un audiolibro disponible en I tunes titulado “Pagani Ilustrado, Volumen 1” y “Seis viajes a la luna” (2016), un libro de anécdotas y testimonios durante sus viajes como enviado especial a lo largo del mundo que como lo dice el título en miles de kilómetros volados equivalen a seis viajes ida y vuelta a la luna. Amante del tango y los agüeros. No obstante, Horacio Pagani (el periodista), no es famoso por lo mencionado.

Desde su llegada en 2002 a la pantalla chica como comentarista invitado para luego ser analista de fútbol en el programa de la tarde “Estudio Fútbol del canal deportivo TyC Sports, Pagani supo imprimir en sus intervenciones un estilo muy personal, es decir, de la tensa calma respecto a la opinión de sus compañeros hasta la ira más galopante, espontánea e infinita en un lapso de 60 segundos. A partir de allí las actuaciones y la presencia de Pagani han desfilado sin descanso por todos los programas de archivo y de variedades como Benditatv, Duro de Domar, Show Match, Almorzando con Mirtha Legrand y los noticieros de cable entre muchos otros. Allí nació una leyenda mediática que con el paso de los minutos al aire sufrió una interesante metamorfosis y pasó de ser la semblanza de un ser tomado por la ira a la de un caricaturesco y folclórico e inofensivo  representante del viejo carácter porteño y de arrabal. Es decir, un cascarrabias simpático al que hay que provocar para que saque una de sus clásicas rabietas y por ende impulse el rating, las carcajadas y la atención tan alta como sea posible.

La tendencia ya manifiesta del amarillismo en cada uno de los más diversos programas y contenidos de la televisión argentina es una marca registrada, para lo cual la “dinámica dialéctica” del grito y el improperio de Pagani ha sido un oasis para que los productores de tv  lo usen sin descanso en aras de impulsar el rating de contenidos no solo de fútbol sino de programas de variedades, chismes, humor, salud, etc. Esto ha transformado a Pagani y su ira en un lugar habitual del mundo mediático argento. Pagani habla tan en serio, es tan extremadamente enfático y dogmático en sus posturas (muchas de ellas absurdas y anquilosadas) que genera mucha gracia al esforzarse en convencer y al frustrarse al no lograr hacerlo a sus contradictores que ya saben que puntos tocar para que el viejo cascarrabias explote.

El dogmatismo de Pagani descansa y se alimenta de “Fútbol, dinámica de lo impensado” (1967), un famoso libro del periodista cordobés Dante Panzeri, del que podemos decir que es una oda más bien romántica al fútbol entendido como algo contrario al espectáculo de masas, al intelectualismo, a la mercadotecnia, la táctica, la preparación física, la estrategia. En otras palabras, el fútbol se define y se desarrolla para Panzeri por el arte de lo imprevisto, por el talento incapturable e inexplicable de los jugadores.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE HORACIO PAGANI
  1.      I.         El fútbol es como decía Panzeri : “dinámica de lo impensado”
  2.    II.      Un Xavi más un Iniesta hacen un Riquelme. Juan Román Riquelme es el mejor jugador del mundo conceptualmente hablando
  3.   III.        Los técnicos de fútbol se dividen entre tacticistas (Bilardistas) y conceptualistas (Menotistas). “Conceptualista es un DT que prioriza a los jugadores sobre el sistema a utilizar. Tacticista es quien prioriza la táctica sobre la importancia del futbolista. Yo me encolumno con los conceptualistas”.
  4.  IV.        Marcelo Bielsa es un técnico perdedor “marketinero” y “vendedor de humo” y  fracasó en el mundial de Korea & Japón 2002 por no llevar a Riquelme al mundial.
  5.   V.        Josep Guardiola aprendió lo que sabe de fútbol de sus conversaciones con Cesar Luis Menotti
  6.  VI.        El mejor cantante de tango de la historia se llama Roberto Goyeneche
  7. VII.        En una mesa no deben estar sentados 13 hombres , si lo están se debe lanzar una cebolla debajo de la mesa
  8. VIII.        Diego Maradona es el mejor jugador de fútbol de la historia y ganó el mundial de México 86 solo.
  9.  IX.        Lionel Messi no gambetea, solo corre con el balón  y cambia de dirección frente a los contrarios, Messi no pisa el balón.
  10.   X.        “Amo el fútbol y el Boxeo porque son hijos de la pobreza… el mejor boxeador técnicamente que vi en mi vida fue Gustavo Ballas”.




En los múltiples compilados y video-reacciones sobre Pagani en YouTube podemos encontrar desde bloopers, stand up comedy, amenazas en vivo hacia sus compañeros de debate diciéndoles que desea estar armado para intervenir en el programa, anécdotas sexuales, el uso del Viagra, improperios de todo tipo hacia personajes del fútbol como Marcelo Bielsa, el VAR, la táctica y estrategia en el fútbol, los entrenamientos, las jugadas trabajadas, hasta halagos desmesurados para su amigo Alfio “coco” Basile, Cesar Luis Menotti y por supuesto para su gran ídolo: Juan Román Riquelme (con quien protagonizó un video clip para Pepsi). Pero en todos ellos es imposible no reír hasta el cansancio y porque no, entretenerse. Mientras me rio viendo las rabietas de Pagani pienso en que este personaje bien podría asemejarse al ya clásico Alonso Quijano en su personificación de Don Quijote de la Mancha, hay mucho de quijotesco en sus acciones y palabras, desde la añoranza de un mundo que ya no existe hasta la lucha encarnizada de darle sentido a su realidad todo esto bajo la atenta burla y divertimento de quienes lo vemos,  su paranoia, su efusividad, su sufrimiento y su santa ira es un rentable producto mediático, es la transmutación de la amenaza hecha disparate, de la domesticación de un impulso de un ser que al no lograr contener ni controlar su ira la volvió parte de su sello personal y de su trabajo.



Pagani a sus 76 años y luego de dos operaciones de corazón y una terapia de psicoanálisis transmitida por tv, es consciente de su impacto en las audiencias y en la gente del fútbol y no es una sorpresa que  produzca contenidos alternos a su versión tv, estos son: un Podcast llamado “Pagani Fútbol Tango” y un Blog en YouTube para contar anécdotas llamado “Monólogos de Horacio Pagani”, además de su exitosa y polémica cuenta de Twitter. Todos estos contenidos con un inconfundible y divertido estilo anclado a un discurso anacrónico propio de un hombre del siglo XX que se niega a aceptar las acciones y contradicciones de la postmodernidad pero que en su negación también hace parte de ella de manera activa y consiente.

La aparición de un personaje como Pagani, entre otros tantos[1], de manera colateral también nos invita como vecinos a modificar varios de los mitos que se han posicionado respecto a la imagen que hemos construido del sur del continente y de sus habitantes. La imagen almidonada de comienzos del siglo XX sobre el porteño y el argentino ha claudicado para mostrarnos facetas mucho más interesantes y variopintas donde podemos ver paralelos y códigos culturales comunes que dentro del mestizaje entendido y practicado en su sentido más amplio seguramente evitara hacernos caer en los lugares comunes y en los desagradables y anacrónicos estereotipos que aún persisten en gran parte de nuestro imaginario respecto de nuestro “rezagado” lugar dentro del “mundo desarrollado”.









[1] Podemos mencionar en este aparte a Ricardo Iorio, Hugo "el loco" Gatti, el "Tano" Pasman y todos los personajes del humorista Diego Capusotto, entre muchos otros.


jueves, 26 de septiembre de 2019

¡¡BUSES A TODOS LOS BARRIOS¡¡.EL GOBIERNO COLOMBIANO Y SU PRETENSIÓN PARA  EL MUNDIAL DE FÚTBOL DEL 2030



El pasado 14 de septiembre el presidente de Colombia Iván Duque anuncio ante una multitud que su gobierno junto con el de Perú y Ecuador se unirán para postularse ante la FIFA como sedes del mundial de fútbol de 2030. Lo intempestivo del anuncio tomó por sorpresa inclusive a  los comentaristas de fútbol criollos que en su mayoría mostraron desconocimiento y escepticismo frente  a la propuesta del mandatario. El  mediático giro de tal anuncio tuvo el efecto contrario al esperado por el gobierno, pues no pasó de ser calificado para una gran mayoria en las redes sociales como uno de los tantos delirios de grandeza y originalidad de los que nos tiene acostumbrados el mandatario en su primer año de gobierno. Fue así como con el paso de las horas, esta propuesta se unió a las ya múltiples salidas en falso de un gobierno atrapado en sus limitaciones e incoherencias y obsesionado con los espectáculos y las primeras planas de los medios de comunicación.  


Pareciera además, que el gobierno se empeñara en abrir como una estrategia más de su discurso político heridas donde hay cicatrices. La designación de Colombia como sede de un mundial de fútbol no es nueva de hecho, se dio en 1974 a partir del esfuerzo del presidente de la federación de fútbol Alfonso Senior Quevedo (1912-2004), quien hábilmente consiguió el apoyo del entonces presidente de la FIFA Joao Havelange para  que en 1986 se realizara el mundial de futbol en tierras colombianas. Las sucesivas administraciones de Alfonso López Michelsen (1974-1978), Julio Cesar Turbay (1978-1982) y Belisario Betancourt (1982–1986) evitaron cumplir la palabra empeñada para apoyar decididamente el proyecto ideado e impulsado por Senior. Lo cual traería a la postre una de las más grandes frustraciones a una  generación de futboleros que alcanzaron a soñar el nombre de su selección junto a los grandes pero se tuvieron que conformar con la realidad de un país aislado del mundo y encerrado en los conflictos producto de la insurgencia , la corrupción, la burocracia y el narcotráfico. Finalmente, el 26 de octubre de 1982 Belisario Betancourt enarbolando el interés nacional  frente a los de una multinacional declinó la  posibilidad que había logrado Alfonso Senior 8 años antes (VER), por considerar sus pedidos exagerados y pretenciosos:

*PRINCIPALES PETICIONES DE LA FIFA PARA EL MUNDIAL DE 1.986

-12 estadios con capacidad mínima para 40.000 espectadores. (Con dificultad El Campín y el Pascual Guerrero alcanzaban esa cifra).
-4 más, con capacidad para 60.000 (Gracias a ello se construyó el Metropolitano de Barranquilla).
-2 de 80.000. (Aún ‘no los hay’).
-Congelamiento de tarifas hoteleras a partir del primer día de 1986 para los honorables dignatarios de la Federación Internacional de Fútbol Asociado. (Quizá el menos difícil de todos).
-Un moderno tinglado de telecomunicaciones en la capital. (Tampoco del todo imposible).
-La emisión de un decreto que legalizara la libre circulación de divisas internacionales en el país. (Decisión dependiente de la buena voluntad política de la clase dirigente).
-Una robusta flota de limusinas a disposición de los directivos de la entidad. (Aún hoy, dos décadas después, Bogotá tendrá a lo sumo una o dos, razón logística que obliga a todos los asistentes a los Premios Tv y Novelas a ser recogidos por la misma).
-Una red de trenes que permitiera comunicar a todas las sedes. (Con la connivencia de buseteros intermunicipales y del gremio transportador, la movilidad ferroviaria en el país se estaba muriendo de inanición desde hacía mucho tiempo, y evidentemente Velotax, Flota la Macarena y Expreso Bolivariano no estaban en capacidad de satisfacer la totalidad de la demanda mundialista).
-Aeropuertos con capacidad para el aterrizaje de aviones tipo jet en todas las sedes (El Aeropuerto El Edén de Armenia a duras penas servía para estacionar la avioneta de Carlos Ledher).
-Una red decente de carreteras que permitiera el fácil desplazamiento de la afición (Escenario bastante remoto, teniendo en cuenta que sólo hasta la presente década se completó la licitación de la troncal Bogotá-Girardot, a favor de los Nule).


Han pasado 37 años de aquel episodio y como suele suceder en nuestra historia reciente no aprendemos de los errores cometidos, especialmente nuestra clase política que adolece de autocrítica y memoria y como costumbre suele usar el deporte como último recurso para salvar las “naves quemadas” de su popularidad. Hoy el escenario es radicalmente distinto pero solo en apariencia pues los problemas sociales que enfrentaba la sociedad colombiana durante la década de los setenta y ochenta si bien han mutado siguen permaneciendo en el escenario político y social pero con la excepción, claro  está, de que quien está al frente del primer cargo del país es un político con un perfil más que obediente a su partido político y entusiasta a mas no poder en sus discursos autocomplacientes y mediáticos que siempre buscan cambiar el foco de atención sobre sus debilidades para ponerlo sobre sus quijotescas obras.

Alfonso Senior, el dirigente deportivo más importante de Colombia en el siglo XX 

El anuncio de la candidatura conjunta de Colombia parece ser nada más y nada menos que un giro discursivo que está muy lejos de materializarse y más bien parece un subproducto de un populismo 2.0 que simplemente se diferencia del clásico populismo por sus positivos slogans de promoción. Para el ambiente del fútbol fue sorpresivo que dicha candidatura viniera de un político y no de un dirigente deportivo como sería lógico, porque si nos remontamos a la década del setenta y anteriores quien detentaba el avance de nuestro fútbol fue  Alfonso Senior Quevedo, un visionario del deporte colombiano que logró convertir un fútbol limitado y anodino en la meca del fútbol latinoamericano, Senior fue el orquestador del “Dorado” (1949-1953), el periodo más famoso y exitoso en la historia de nuestro fútbol. En este caso, el orden de los factores si altera el producto porque existe un abismo entre la credibilidad y conocimiento de cualquier dirigente deportivo actual (en este caso de menor calado e importancia frente a las figuras ya extintas de Senior o León Londoño) que está dentro del deporte frente a alguien que ha hecho su vida política  atraves de favores y ha logrado su puesto por la decisión de un tercero, también político. 

Por otro lado, si hiciéramos una evaluación anacrónica de la Colombia de 2019 respecto a las peticiones del FIFA para el mundial de 1986 nos daríamos cuenta de que difícilmente lograríamos hacer un mundial de fútbol hoy a pesar de que la peticiones se hicieron para un evento hace más de 35 años. Creo que es evidente nuestro lugar frente a las grandes economías y sus altos estándares de organización e infraestructura que han representado las últimas dos décadas de la copa del mundo.


titular del Espectador sobre la decision del gobierno de Betancourt en 1982
No obstante, este episodio si bien quedará en los anaqueles de la rocambolesca política nacional también debe llevarnos como sociedad a revaluar los límites y los alcances de los gobiernos frente a los presupuestos y las destinaciones respecto de los eventos nacionales o continentales, máxime cuando el gobierno que dirige a Colombia hoy está vendiendo los activos más importantes del Estado para financiarse. Además también es necesario que los dignatarios como Duque sepan que hay una ciudadanía activa que vigila y castiga a través de las redes y el voto el camino fácil e incierto de la apropiación de los logros de otros (como ha sucedido con los deportistas) para legitimar su mandato. La improvisación y el desconocimiento de un gobierno como el de Iván Duque en áreas como el deporte no se solucionan creando ministerios con nombres populares para adjudicarlos a  tecnócratas neoliberales “amigos de la casa uribista”. Aunque para ser justos, el grado de autonomía de este joven y entusiasta presidente es muy reducido.  
      
poster oficial de la candidatura de la Conmebol para 2030

El mundial de 2030 celebrará los cien años del primer mundial hecho en Uruguay en 1930, pero al parecer el optimista presidente Duque no sabía que antes que nuestro país, Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay (entre otra veintena de países de Europa y Asia) ya habían presentado su propuesta para albergar el evento que celebrara el centenario de la cita más importante del fútbol.   

El mundial de fútbol es un espectáculo que la FIFA (desde la presidencia de Havelange) ha convertido en uno de los negocios más rentables y apetecidos por las grandes multinacionales y economías del mundo que publicitan y robustecen sus sectores económicos y al mismo tiempo muestran su desarrollo material y social. En este negocio y espectáculo global el rol de Colombia es el de ser un participante de tantos y el de Iván Duque el de ser un aficionado más.

Iván Duque en una visita de Estado al Real Madrid C.F

jueves, 29 de agosto de 2019

MEMORABILIA VII:

“EL FRAUDE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO: LA CRUZADA CONTRA EL DISCRETO IMPERIO DE LA ESPECULACIÓN COMO ARTE

Si bien este libro fue publicado en nuestro país a finales de 2015, su relevancia respecto a la necesidad de ampliar las visiones y el debate  sobre las dinámicas del mercado del arte y sobre el arte contemporáneo dentro y fuera de los espacios artísticos es evidente.


Mucho tiempo pasó para que un libro sobre arte levantara polémica en el ambiente artístico local. ¿El por qué?, La explicación va de lo simple a lo complejo. Avelina Lésper[1] publicó El Fraude del Arte Contemporáneo[2](2015), una reunión de cuatro ensayos titulados: “Arte Contemporáneo, el dogma incuestionable”, “Contra el performance”, “Robar, plagiar, mutilar. Formas de copia en el arte”, y “Arte y feminismo. Entre la cuota y el chantaje”. Lésper es una reconocida curadora y crítica de arte a nivel mundial y se ha hecho conocida por sus escritos y entrevistas donde pone en cuestión de manera puntual al arte contemporáneo.

*¿DE QUÉ TRATA “EL FRAUDE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO”?, Como se ha mencionado, la publicación de este libro es la reunión de las críticas de Lésper sobre las verdaderas bases que articulan las lógicas del arte contemporáneo. Además, implícitamente es un manifiesto critico de las formas, los actores, los roles y el mercado que se han tomado de facto la autoridad para dictar lo que sirve o no en términos artísticos a partir del esquema comercial que se ha creado legitimado por una aparente vanguardia que refuta los estándares estéticos del arte clásico y moderno pero que carece de valor artístico en su desarrollo.

*¿QUÉ SIGNIFICA EL TÉRMINO ARTE CONTEMPORÁNEO? aparentemente, cuando hablamos del al arte contemporáneo nos referimos además de un aparente (más bien supuesto si en el caso del arte se puede acuñar) espacio temporal (el ahora), además de esto, estamos aludiendo a una serie de actitudes y posiciones discursivas y estéticas variadas que intentan diferenciarse a partir de la negación de los movimientos artísticos representativos del siglo XX  y anteriores, pero sin plantear nuevas vanguardias, para Lésper el arte contemporáneo es un estilo con ínfulas de arte . Al respecto el crítico y artista Lucas Ospina ofrece una concordante definición al respecto: 

El concepto “arte contemporáneo” puede ser explicado a partir de su utilidad: es una dupla de palabras que crea, de forma inmediata y mágica, un nicho de mercado...“Arte contemporáneo” sería entonces una suerte de franquicia con proveedores que se encargan de darle a un conjunto de piezas y actitudes un sentido de especialización, pertenencia y actualidad en miras a certificar un producto segmentado.[3]

"la fuente" (1917) de Marcel Duchamp

*¿ES EL ARTE CONTEMPORÁNEO UN DOGMA EN SÍ MISMO?, para Lésper lo es, en la medida en que quienes lo defienden (algunos de ellos artistas) basan su trabajo y su defensa no en la obra que presentan sino en la interpretación de esta. Según Lésper el concepto y el contexto pretenden transformar los objetos en arte; el arte son ideas, no obra; todo el mundo es artista; cualquier cosa que el artista designe como arte es arte y, por supuesto, el curador tiene supremacía sobre el artista”. Para lo cual cita el caso de Marcel Duchamp y su conocido orinal titulado “la fuente” de 1917; “Sin duda el arte puede detonar ideas filosóficas, pero no son estas las que crean las obras de arte”. Para darle forma a estas afirmaciones la autora clasifica y explica las diferentes verdades impuestas e incuestionables (dogmas) que sostienen (según ella) el entramado del arte contemporáneo: el dogma de la transubstanciación, que lo integran el dogma del concepto y el de la infalibilidad del significado, el dogma de la bondad del significado, el dogma del contexto, el dogma del curador, el dogma de la omnipotencia del curador, el dogma de “todos somos artistas” y el dogma de la educación artística.   


La crítica y docente de arte Avelina Lésper 

*¿CUÁL ES LA POSTURA DE AVELINA LÉSPER RESPECTO DEL PERFORMANCE? El performance se ha convertido en una de las más comunes formas del arte contemporáneo y  su irrupción en las muestras de arte se ha convertido en un arrastre de varios artistas para cautivar y llamar multitudes. No obstante, el texto que escribe Lésper al respecto tiene varias curiosidades. Una de ellas, es que este hizo parte de la presentación del catálogo Performagia 6”, un libro sobre performances escrito por performanceros que  la autora se encargó de reseñar uno por uno sin ningún tipo de concesión con sus trabajos, aunque para ser honestos desde otra perspectiva también se podría decir que en aquel juicio hubo una marcada rigurosidad,  lo cual  a la fecha le ha traído la antipatía y animadversión de un sector de artistas y curadores. Para la muestra, la última parte del texto: “¿Por qué llaman a esto arte, por qué se autodenominan artistas y como pueden decir que este es el arte de nuestra época? Los espectadores merecemos más, merecemos cosas realmente trascendentales. Si como dice Freud, “la repetición manifiesta el instinto de muerte”, estas acciones que se copian, se repiten, se desgastan, están anunciando la muerte del performance. Porque esto, el contenido de este catálogo, no es arte, y así como está ahora el performance, en general, tampoco es arte”.       

*¿SE PRODUCE EN SERIE EN EL ARTE CONTEMPORANEO?, Desde la invención del ready-made (también conocido como “objeto encontrado”) por parte de Marcel  Duchamp atraves de la producción y firma de miles  orinales vendidos como piezas de colección y más adelante con la postulación de objetos de la vida diaria concebidos como piezas de arte y comercializados como tal, el mercado de estas piezas ha tenido uno de sus mayores auges económicos y publicitarios, a tal punto que varios de los artistas  más famosos de nuestro tiempo como Damien Hirst (para citar un caso) lo son en la medida en que sus trabajos se cotizan en millones de dólares. “Igualar el arte con el objeto industrial  ha provocado la producción industrial de artistas… la mediocridad ya es un proceso en serie, los artistas a su vez son copias de Duchamp  y, condenada al infinito, la cadena arroja cada día mas artistas que no hacen obras, sino que eligen objetos”.

"Tiburón preservado en formol" de Damien Hirst fue vendido en 2 millones de dolares

Es importante mencionar el hecho de que la autora no está en contra de las reproducciones de obras siempre y cuando estas tengan un valor artístico y en ellas haya trabajo por parte del autor y no solo el interés de vender, de hecho, menciona varias de ellas que ante la desaparición de las originales bien han servido para tener una imagen cercana de la obra original y de la maestría y esfuerzo del copista. Por tanto, “en el trabajo artístico creativo es donde el arte encuentra caminos para la investigación y la evolución. Esto nos dice que, una vez se agote el mercado mercenario que sostiene este politburó y su ideología, el talento y al creación dejaran de estar proscritos de los museos y de la vida cultural”.

*¿COMO EL FEMINISMO DECIDIÓ USAR EL ARTE PARA LEGITIMARSE?, Este no es un tema fácil de explorar debido al intolerante discurso de lo políticamente correcto que reina por estos días, no obstante, Avelina Lésper en su corto ensayo titulado: “Arte y feminismo, entre la cuota y el chantaje” expone con variados ejemplos cómo a lo largo de la historia a pesar de las limitantes sociales evidentes existió arte de calidad al mismo nivel  artístico de los clásicos hecho por mujeres, lo cual se explica para la autora por el hecho de que social y artísticamente la conmiseración (hacia la mujer) no formaba parte de la agenda”.  

Para Lésper el canon del arte feminista se define así: “si la obra refleja asuntos universales se le llama arte, si refleja asuntos de genero se le llama arte femenino, feminista o de género”. Y los trabajos que se desprenden de este están más cerca de la terapia psicológica que del arte, por tanto, el discurso centrado exclusivamente en las subjetividades y las emociones del artista dentro de un discurso ideológico o político es algo que no trasciende más allá de la buena intención de un momento que no se permite salir de su perspectiva o lugar de confort y transformarse en algo más que una consigna.

Aunque no lo diga abiertamente (debido al interés principal del libro, esto es, el valor artístico) se puede inferir que para la autora el arte es político y no puede estar aislado de su contexto, de hecho, cita la obra de dos artistas que muestran maestría, valor artístico y  un testimonio de su tiempo en sus obras, Sofonisba Anguissola (1535-1625) y Artemisia Gentileschi (1593-1654). Lo cual no es poco frente a la andanada de críticas con carácter anacrónico de los sectores más recalcitrantes del feminismo que postulan la historia de la mujer artista como invisible o nula.

"Isabel de valois" de Sofonisba Anguissola
Para Lésper, “Hablar de feminismo y de los asuntos en que se acota fue y es el objetivo principal. Lo restante, como la calidad de la obra y el talento para desarrollar una técnica, son asuntos que se desechan por considerarlos “esclavizantes” y “limitantes”. Ser mujer, desgastar la denuncia de ciertas injusticias hasta el lugar común, y enclaustrarse en la vagina, el sexo y los asuntos fisiológicos configuró el patrón del arte femenino, feminista y de género”.   

¿Entonces, dónde comienza el chantaje?, para Lésper “presionar para que una obra sin valor artístico sea aceptada por sus consignas político-sociales es una forma de dictadura” cosa que dentro del andamiaje de los museos y la promoción de las nuevas artistas es parte del estándar. “La mayoría de las creadoras feministas responden con obras cómodas, mal realizadas, basadas en las retórica de los lugares comunes, que contribuyen a la destrucción del arte, que parasitan a las instituciones con sus banales y superficiales denuncias y se comportan como un placebo social. Les lavan la cara a los gobiernos y les permiten presumir de apertura….y se limitan a señalar lo que el discurso oficialista les permite”.

*EPÍLOGO*

Es claro que el canon del arte que Avelina Lésper defiende está basado en los valores que se han construido a los largo de la historia de la cultura occidental y sus concepciones artísticas están relacionadas con las visiones burguesas construidas lo largo del siglo XIX y XX, antes de la conocida decadencia artística de los sesenta y setenta del XX, esto es, la irrupción del discurso ideológico (también burgués) como arma de legitimidad para sí mismo en detrimento del arte , el ascenso de un dadaísmo camuflado en los estándares estéticos de lo que en comienzo quería destruir y la toma del capitalismo salvaje en la lógica de los artistas , los museos, las academias y los curadores.[4]

Pero también es un juicio de valor asumir a Lésper solo como la defensora de un arte meramente clásico concentrado en las pléyades del mundo griego o barroco y abstraído de la realidad y las transformaciones del mundo y el capital.  Lésper no descalifica a los medios que permiten crear nuevas formas de arte, es decir el video o el performance como herramienta, lo que critica es que se usen como fin en sí mismos ante la ausencia de creatividad e inteligencia en los artistas y curadores que están detrás de ellos.

"la creación artística" (2019) de Jonatan Olvera, expuesto en el MAC de Querétaro

También hay que asumir que el arte de menor cuantía artística simplemente no puede desaparecer porque sí, pero si se le puede catalogar y asignar un rubro específico dentro del universo artístico, de hecho ya varios artistas, críticos y ciudadanos concuerdan en la denominación de “Hamparte para describir a este estilo dentro del arte contemporáneo. Tampoco se puede descartar o generalizar todo el trabajo hecho por artistas en sus respectivos contextos ya que aun dentro de grandes tendencias y modas en el arte hubo interesantes trabajos que fueron más allá de la frivolidad y el mercadeo (como el arte conceptual en Colombia).

En suma, el libro de Lésper no es valioso solo porque lo escriba una mujer que además es crítica de arte, es valioso porque entiende el uso de la crítica en función de los argumentos y la coherencia para establecer un marco claro hacia una discusión, un diálogo y un debate sobre los valores artísticos y sociales que nos dominan y que hemos aceptado sin cuestionamiento alguno. El trabajo de Lésper es un manifiesto contra el establecimiento de la especulación y el desconocimiento. Y sería un excelente punto de partida para cuestionar, entre otras cosas, la burbuja económica en la que se ha convertido el mercado del arte y preguntarnos si este necesita una regulación que venga desde el público y que este tome un rol más activo frente a los curadores, coleccionistas, museos, artistas y obras a partir de las herramientas que ofrece la crítica y así evitar caer en la lógica iracunda de algunos (dentro y fuera del ambiente artístico), que ante la crítica nunca toman la autocrítica como herramienta para mejorar sus trabajos o posturas sino que optan por la victimización para legitimar la intolerancia de sus discursos. 


Lésper y el omnipresente discurso de algunos de sus detractores




[1] Crítica de arte mexicana, profesora de arte de la UNAM.
[2] Publicado por la Editorial El Malpensante en  2015. Actualmente se puede descargar de manera gratuita en http://www.avelinalesper.com/
[3]sobre el concepto Arte Contemporáneo”. Lucas Ospina, Revista Arcadia, 2015/03/02. https://www.revistaarcadia.com/opinion/columnas/articulo/sobre-concepto-arte-contemporaneo/41163
[4] Al respecto podemos mencionar otras visiones que concuerdan con esta y abren otras perspectivas como el documental de Banksy ExitThrough the Gift Shop (2010),  también en Ortega y Gasset en “La Deshumanización del Arte” (1925) , Eric Hobsbawm en su libro “Un tiempo de rupturas, sociedad y cultura en el siglo XX” (2013) en  "¿hacia dónde van las artes?" y en el video "Do you want to" de la banda Franz Ferdinand.