ATSUSHI
NAKAJIMA, EL ESCRITOR QUE SE CONVIRTIÓ EN GRULLA Y VOLÓ HACIA EL MAR DEL SUR
La literatura oriental tímidamente ha tomado una cierta
notoriedad en el mercado
hispanoamericano en la última década. Puntualmente Japón lleva la
delantera en este aspecto, debido a la notable calidad literaria de los varios escritores
del país del sol naciente traducidos al español. No obstante, en Colombia el
eco de los autores japonenses no es tan fuerte ni constante salvo uno que otro
título de trascendencia global, no ha habido mucho entusiasmo en el ámbito
local respecto de la ampliación del catálogo editorial de obras de escritores
del país del sol naciente.
Es posible que esto se deba como lo indico el editor Álvaro
Robledo en un artículo publicado en la revista Semana[1] a que “aparte de un cambio de percepción en el
mundo, ha sido la dificultad para traducir autores japoneses. El japonés es
probablemente uno de los idiomas más complejos por varias razones, entre ellas
su carácter aglutinante, que proviene de una visión del mundo totalmente
diferente de las demás culturas. Su historia se remonta a la religión Shinto,
de corte animista y por tanto más cercana al chamanismo, para la que todas las
cosas del universo tienen espíritu. Alma, si se prefiere. Y del sincretismo que
tuvo esta religión con el budismo. Además de haber sido un país que vivió una
suerte de dictadura militar por más de siete siglos. Estas razones, sumadas a
una geografía y una topografía difíciles, siempre a merced de terremotos,
tifones y tsunamis, y de un área cultivable mínima, hicieron de este país un
territorio de personas que creen en la volubilidad de las cosas, en esa
impermanencia de la que habla el budismo”. Lo cual aunque válido debe tomarse
con beneficio de inventario pues aunque es claro que existen marcadas
diferencias culturales entre Japón y Colombia no hay que olvidar que luego de
la segunda guerra mundial y la decadencia del imperio japonés, es decir luego
de 1945, la cultura expresada en los productos culturales del Japón se ha unido en masa y de manera cada vez más amplia al mercado de consumo cultural de
occidente. Basta mencionar el auge de los animes, el manga, los videojuegos
además de la gastronomía y la amplia gama de tecnología japonesa, entre muchos
otros productos. Por tanto, es posible que este fenómeno se deba especialmente al
temor económico de las grandes editoriales por aventurarse a invertir y promocionar
a una literatura compleja y “desconocida” que además cuenta con un canon
estilístico un tanto diferente al occidental en nuestro continente, es decir, abstenerse ante el alto costo económico de innovar en un mercado que ya es rentable con los
autores locales. Situación diametralmente opuesta frente a mercados como el español,
donde “la nueva ola de la literatura
japonesa”[2]
ha sido un hecho en constante aumento y rentable desde hace casi una década.
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Atsushi Nakajima |
En este contexto, Hermida
Editores es uno de esos sellos editoriales independientes españoles que se
ha atrevido a publicar en nuestra lengua a un autor ya clásico de la literatura
nipona; Atsushi Nakajima (Tokio, 1909-1942)
es uno de esos escritores que hace parte de este grupo y que sin salirse del
canon de los clásicos modernos y de postguerra ha dejado en su obra una marca
interesante de estilo que se desarrolla mezclando las influencias de los
escritores de occidente sin dejar de lado los temas tradicionales de la primera
mitad del siglo XX nipón. Durante su corta vida, Nakajima además de ser
escritor se desempeñó como profesor, traductor y empleado público del imperio
Japonés, que para antes de 1945 extendía sus ambiciones imperiales a lo ancho
de Asia continental y a lo largo del pacifico sur.
Tanto “La Mujer Pulpo, cuentos del mar del sur” (2017), como “El
poeta que rugió a la luna y se convirtió en tigre” (2017), son dos útiles e interesantes compilaciones que muestran
un magistral y dispar uso de los recursos narrativos por parte del autor y que
nos recuerdan especialmente en el segundo libro como modelos narrativos muy parecidos
al “realismo mágico” ya existían y
eran usados con similar maestría.
“La
Mujer Pulpo, cuentos del mar del sur” (2017), Además de contar con una majestuosa portada, (dos pequeños barcos de pesca en el mar) del
maestro del grabado japonés del siglo XIX, Katsushika Hokusai , es el resultado de los viajes como emisario
educativo del imperio Japonés del autor durante ocho meses por las islas de
Palaos en 1942. Este es un libro por decirlo menos,
extraño para un lector tradicional occidental, pues digamos que sin pretenderlo
trasgrede el enfoque y estructura clásicas de lo que asumimos como un relato
corto, un cuento. Es más, me atrevería a afirmar que no debería calificarse
como una recopilación de cuentos, sino más bien como el interesante diario de
un viajero, que no es poca cosa teniendo en cuenta los escenarios sociales y
culturales que describe.
De hecho, el cuento titulado “el matrimonio”, es un
relato originario de la tradición oral de los nativos de las islas de Palaos y
es el único que se podría ubicar dentro del ámbito de la estructura del cuento
clásico. Al tiempo que avanza la historia de un matrimonio disfuncional y
mediado por la actitud servil y cobarde de un marido frente a una mujer fuerte,
infiel y tremendamente celosa (la mujer pulpo),nos enteramos cómo funcionan los
códigos de elección sexual y de pareja entre las diferentes aldeas y de cómo
son las mujeres solteras las que se desplazaban hacia pequeños lugares
frecuentados solo por hombres casados y solteros, denominados a-bai, donde ellas les servían con el objetivo de escoger de ellos a su pareja sexual y afectiva. Más interesante aun es leer
como se dirimen los conflictos del amor, en este caso, entre dos mujeres que
deben enfrentarse a mano limpia y la ganadora se lleva como premio al hombre en
cuestión frente a los habitantes de la isla que actúan como un jurado imparcial
durante la contienda.
Los demás relatos son muy útiles por las múltiples visiones
que ofrece a partir de la anécdota y el
diario respecto de los nativos y su contexto social, mostrando además del carácter colonial del
imperio y el occidentalismo consumado del autor una variopinta visión de las
diferentes costumbres de las personas que se cruzan en su camino . Este libro es un interesante documento sobre las poblaciones, sus
tradiciones y sus prácticas sociales como colonias y como pequeñas sociedades aunque
aisladas del origen de los conflictos de entonces depositarias de las
consecuencias geopolíticas de los mimos.
Quiero destacar los necesarios y afortunados epílogos escritos por la traductora Makiko Sese en ambas compilaciones. Porque son un importante aporte para el lector neófito del trabajo de Nakajima, de hecho, ella lo fue cuando inicio la traducción de ambas compilaciones. En estos epílogos hay un estructurado recorrido biográfico del autor y una acertado y muy sucinto resumen de las luchas y cesiones imperiales desde antes del siglo XIX entre España, Alemania y Japón sobre los territorios de Palaos, las islas Truk, las islas Carolinas y las islas Marshall, Es decir, Los hoy Estados Federados de la Micronesia, La Republica de las Islas Marshall, La Republica de Palaos y la Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte. Conforme va avanzando la narración el lector puede ver como quien escribe pasa de ser una neófita a una seguidora consumada que toma la decisión de emprender un viaje por los parajes y los lugares en los que Nakajima vivió y padeció y escribir sobre ello.
En “El poeta que rugió a la luna y se convirtió en tigre” (2017) encontramos la compilación de ocho cuentos que mezclan transversalmente lo mágico, lo tradicional y algunos temas discursivos del siglo XX, como el que se refiere a la función del lenguaje a partir de la aparición del espíritu de las letras en “La catástrofe de las letras”. También podemos toparnos con una historia donde las fabulas tradicionales y la metamorfosis del protagonista se mezclan con la impronta tímida de la ética sintoísta en “La luna sobre la montaña”. Luego, una desopilante historia nos narra la posesión espiritual de un hombre menos que ordinario, que le hace florecer como una especie de juglar para luego ser el centro de un ritual de su comunidad, tal es la premisa de “Posesión”. En “La momia” la reencarnación es tratada como un hecho paradójico entre la carne viva y consiente de un comandante persa frente a los restos de la momia de un sacerdote egipcio. “El maestro” es una interesante historia de cómo el llegar a la perfección por parte de un maestro de la técnica del arco trae consigo su repentino olvido. “La felicidad” es una hermosa fábula sobre como la dura vida de un hombre miserable es sublimada atraves de sus sueños. “El hombre búfalo” trata sobre la circularidad del tiempo y la función de la premonición y en “Una historia funesta” la risa sin sentido del protagonista esclarece la funesta influencia de una hermosa mujer al lograr destruir varios reinos.
La agradable conclusión es que cuando lees a Nakajima te
das cuenta que la supuesta distancia “insalvable” entre el autor japonés y un
lector cualquiera no es más que un afortunado espejismo, porque su narrativa se
relaciona con la calidez, profundidad y naturalidad de un escritor brillante nada
ajeno a los mundos literarios creados por Borges, Horacio Quiroga O García
Márquez, para citar solo algunos. Su lectura puede tomarse como una cálida
introducción a un mundo literario muy rico en sus recursos que para gran parte
de los lectores de nuestro continente aun es un territorio por conocer o del
que se conocen escasas y extraordinarias joyas (como la obra de Haruki Murakami), dicha necesidad de conocimiento es una condición inevitable, mas si se tiene en cuenta el
reciente y expansivo éxito comercial de las traducciones de las obras de García Márquez, Roberto Bolaños, Vargas
Llosa y Cortázar entre otros durante las últimas décadas en el mercado editorial oriental.
En su corta vida Atsushi Nakajima convivió y luchó con el
asma y los problemas respiratorios que lo llevaron a morir a la temprana edad
de 33 años en diciembre de 1942. Seguramente como alguno de sus personajes su
espíritu se ha trasmutado en la majestuosa grulla y vuela sin descanso siendo uno con la
suave e intempestiva brisa que pasea por los parajes más exóticos, por los más
variados y por los más tradicionales y mágicos e imaginarios que el joven y
entusiasta Atsushi soñó, presenció y describió tan hábilmente.
[1]
Revista Semana, “La literatura japonesa
revela el alma de las cosas”, 25 de Octubre de 2018.
[2]
Publicado en el periódico La Vanguardia en
Agosto 13 de 2011.
Un excelente acercamiento a este autor con quien he disfrutado hermosos momentos en el mundo literario que no tendrán nunca comparación. Gracias por tomarte el tiempo para este bello y transcendental análisis.
ResponderBorrarQue bueno conocer de estos autores y literatura , es acercarnos a un mundo diferente , donde lo espuritual y tradicional es tan importante
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